El Barça vive un momento más que crítico. Tras encajar una dolorosa derrota contra el Villarreal en casa, Xavi Hernández anunció en rueda de prensa que dejará de ser el entrenador de la entidad blaugrana el 30 de junio, una vez haya finalizado la presente temporada. Pese a que después del partido se especuló con una salida inmediata, el entrenador egarense seguirá en el cargo los próximos meses, con el único objetivo de intentar salvar un curso que está dejando muchas notas negativas.
La salida de Xavi Hernández costaría 40 millones de euros
La decisión fue tomada en Montjuïc, en una reunión de urgencia que mantuvieron Joan Laporta, Xavi Hernández y Deco. Los tres llegaron a la conclusión que la etapa de Xavi como entrenador debía finalizar, pero se irá en verano. Una decisión extraña que se entiende, principalmente, por dos razones. La primera de ellas, y la más importante, es porque un despido le costaría 40 millones de euros al Barça, una cifra que el club culé no podría pagar de ninguna de las maneras.
La situación económica de la entidad barcelonesa sigue siendo complicada, y pagar 40 millones de euros para despedir a su entrenador no parece viable. Por lo tanto, la última palabra para dejar de ser el entrenador blaugrana recaía exclusivamente en un Xavi Hernández que debía renunciar para perdonarle dinero al Barça. Sin embargo, esta renuncia llegará el 30 de junio. A partir de ahí, el conjunto blaugrana tendrá un nuevo entrenador, que todavía tiene una identidad totalmente incierta.
El Barça todavía no tiene claro quién debe ser el sustituto de Xavi Hernández
Y es que el segundo motivo por el cual el Barça habría preferido aguantar a Xavi Hernández hasta final de temporada es porque tampoco hay un substituto claro. Pese a que desde hace varios meses el nombre de Rafa Márquez, un hombre de confianza de Joan Laporta y Deco, viene sonando con fuerza, la realidad es que su falta de experiencia dirigiendo a un equipo de la máxima hace que existan dudas sobre como sería su paso por el primer equipo del conjunto blaugrana.
Con esta decisión, la secretaría técnica del Barça tendrá seis meses para buscar a un técnico contrastado. El gran sueño de Joan Laporta sería poder fichar a un Jürgen Klopp que anunció también que saldría del Liverpool a final de temporada, pero la realidad es que parece complicado que se pueda cerrar este fichaje. Además del alemán, hay otros entrenadores como Alguacil o Flick que serían buenas opciones, pero todavía no ha habido ningún contacto por parte del Barça.