El empate a tres goles ante el Inter de Milán en la ida de las semifinales de la Champions League no solo dejó emociones fuertes y un resultado abierto para la vuelta en San Siro, sino también conclusiones claras en clave de planificación deportiva para el Barça. Uno de los focos de análisis más evidentes fue la actuación de Gerard Martín, el joven lateral que ocupó el sitio del lesionado Alejandro Balde y que, a ojos de muchos, no estuvo a la altura del exigente reto europeo.
La actuación del canterano fue tan decepcionante que Hansi Flick decidió sustituirlo al descanso, un gesto que, sin decirlo abiertamente, fue toda una sentencia. El entrenador alemán ya ha dejado entrever que para la vuelta en Milán, si Balde no está recuperado, será Iñigo Martínez quien actúe como lateral izquierdo. Y esta falta de confianza en las alternativas ha provocado una decisión firme en la cúpula directiva del club: se activará el fichaje de un lateral izquierdo contrastado este verano.
El presidente Joan Laporta, junto con Deco y el área deportiva, tiene claro que no se puede volver a exponer al equipo a un escenario de tanta exigencia sin una alternativa fiable para el costado zurdo. Y en ese contexto, un nombre gana fuerza día a día: Alejandro Grimaldo.
Grimaldo, el regreso del hijo pródigo
Grimaldo, actualmente en el Bayer Leverkusen, ha cuajado una temporada espectacular bajo las órdenes de Xabi Alonso. Campeón de la Bundesliga y gran protagonista en Europa, el lateral formado en La Masia ha vuelto al primer plano del fútbol europeo. Su salida del Barça hace años fue silenciosa, pero siempre ha expresado que volver algún día al Camp Nou sería un sueño cumplido.
Grimaldo se encuentra en plena madurez futbolística y su perfil gusta tanto a Flick como a Deco, por su polivalencia, experiencia internacional y capacidad ofensiva. El Barça ya ha sondeado su situación contractual con el Leverkusen, donde tiene contrato hasta 2027, y aunque su salida no será sencilla, en el club catalán están dispuestos a negociar.
Competencia para Balde y una plantilla más fiable
La idea no es sustituir a Balde, sino crear una competencia sana y elevar el nivel de exigencia en una posición crucial. Balde es uno de los activos de futuro más valiosos del club, pero su historial de lesiones y la falta de un relevo natural de nivel han hecho que esta temporada el lateral izquierdo haya sido un problema en más de una ocasión.
Gerard Martín ha demostrado compromiso y ganas, pero aún no está preparado para partidos de máxima élite, algo que quedó en evidencia ante el Inter.
Una decisión estratégica
El fichaje de Grimaldo supondría una operación estratégica: experiencia inmediata, adaptación rápida por su pasado en el club y un coste más bajo que el de otros perfiles internacionales. Además, su llegada daría a Flick una alternativa táctica real, ya que Grimaldo puede actuar tanto en línea de cuatro como en un sistema con carrileros, opción que el alemán no descarta implementar.
Con este escenario, Joan Laporta ha dado luz verde para iniciar los contactos formales. El partido ante el Inter ha sido el detonante: el Barça no puede permitirse otra temporada sin un recambio fiable para Balde. Grimaldo, mientras tanto, espera una llamada que le devuelva a casa.