La marcha de Iñigo Martínez fue, en clave Barça, la más relevante del último mercado de fichajes. El central vasco, pieza clave tanto dentro como fuera del campo, decidió emprender una nueva etapa en Arabia Saudita atraído por una gran oferta económica. Ahora, ya plenamente adaptado al Al Nassr, ha hablado en la Cadena COPE para mirar atrás y repasar su etapa con la camiseta blaugrana, así como su relación con Hansi Flick o el fenómeno Lamine Yamal.

Iñigo confía mucho en este Barça

A pesar de la distancia, Iñigo asegura que sigue muy pendiente de la actualidad blaugrana: “Sigo viendo la Liga, me gusta el fútbol, y el Barça está a solo dos puntos del Real Madrid. No tengo ninguna duda de que lucharán por los títulos”, afirma. El defensa resta importancia a las críticas recibidas por el equipo en este inicio de temporada y mantiene la confianza en el grupo: “Se habla de que el Barça no está bien, pero en realidad estamos a dos puntos; aún me incluyo como parte de la plantilla. Este Barça cumplirá y optará a todo”. Sobre el posible vacío que podría haber dejado en el vestuario, Iñigo lo tiene claro: “La defensa está bien cubierta, con momentos mejores y peores, como también nos pasó en algunos momentos del año pasado. Es cierto que yo tenía un papel de referente o de peso en el equipo, así lo sentía, porque si alguna vez tenía que alzar la voz, lo hacía, pero no creo que ahora falte liderazgo. El vestuario está unido y hay jugadores que, cuando hay que estar, están", ha explicado.

También ha valorado el mensaje reciente de Deco, que había pedido más exigencia a la plantilla: “Es normal que lo diga. Puede servir para recapacitar y ver qué falla. No creo que falte compromiso, pero un toque de atención nunca viene mal”, comenta el vasco. Con Hansi Flick, actual técnico blaugrana, la relación fue excelente: “Con Flick mantengo el contacto. La relación fue excepcional. Fue quien apostó por mí tan pronto como llegó y aprendí mucho de él. Me tenía mucho afecto y me veía como una pieza fundamental”, recuerda. Aun así, reconoce que el momento de anunciarle su salida no fue fácil: “Ni me atrevía a decírselo. Se lo comuniqué a su segundo, Marcus Sorg, que quería hablar con él. Se lo dije durante la gira y lo pilló de repente, incluso en el avión. Se quedó sorprendido porque no se lo esperaba, y creo que eso le desmontó un poco el rompecabezas que tenía".

"Lamine tiene la cabeza centrada"

El central no ha querido olvidarse de los jóvenes talentos del vestuario, especialmente de Lamine Yamal, a quien considera un futbolista único: “Lamine me veía como un referente, casi como un padre, porque llegó muy joven (15 años) al vestuario. Es increíble lo que está haciendo a su edad, y lo mejor es que tiene la cabeza centrada, su entorno lo cuida. Es el mejor del equipo y espero que no sea consciente de la mochila que lleva, porque el día que se dé cuenta, le pesará". Además, destaca el empuje de la nueva hornada: “No he visto nunca tanta juventud rindiendo así en el Barça".

También, una de las imágenes más recordadas de la rúa de celebración del año pasado fue la de Iñigo ondeando la estelada. En la entrevista, el vasco ha dejado clara su postura sobre si ser independentista es compatible con jugar con la selección española: “No tiene nada que ver. Una cosa es que yo piense, crea o esté a favor de que un pueblo, donde la mayoría sienta que puede ser libre de opinar o de gestionar a su aire el territorio… Esto no quiere decir que, como estoy a favor de la independencia o los apoyo en ciertos aspectos, no tenga que ir con la selección. Una cosa no tiene nada que ver con la otra".