El Manchester United y el Liverpool se han repartido los puntos en un partido muy reñido que ha estado a la altura de las expectativas. Los de Mourinho y Klopp, respectivamente, han brindado un partido que lo ha tenido todo: juego, ocasiones, polémica, intensidad y, sobre todo, emoción.

La primera mitad del partido ha tenido el guion que acostumbran a plantear los equipos de Mourinho. El portugués cede la pelota a sus rivales y les regala una posesión estéril que no tiene consecuencias a nivel de ocasiones. El Liverpool ha dominado el esférico; el United, el partido. El conjunto de Manchester no ha sufrido en ningún momento mientras que Klopp veía cómo los suyos sufrían contraataques muy peligrosos que rozaban la primera diana de la tarde en Old Trafford.

Cómico y absurdo penalti de Pogba

Al ritmo de un Henrikh Mkhitaryan cada vez más conectado con el equipo y un Ibrahimovic más acertado en los movimientos que en la definición, el Manchester United se podría haber marchado al descanso con una ligera ventaja si la efectividad de los Red Devils hubiera sido mínimamente superior.

Además, Paul Pogba ha cometido un penalti bastante absurdo al tocar la pelota con la mano dentro de su propia área en un gesto más que demuestra que el rendimiento del francés no es el esperado. James Milner no ha perdonado desde los 11 metros y en el minuto 25 el Liverpool ya mandaba en el marcador. Y la inspiración de Mignolet en un mano a mano con Mkhitaryan y la consistencia de los del carismático entrenador Jürgen Klopp ha provocado que se llegara al descanso con el mismo resultado.

Coutinho deja atrás la lesión y vuelve mejor que nunca

En la reanudación el Liverpool ha pagado con la misma moneda al Manchester y ha pasado de ir a buscar el juego ofensivo a replegarse y jugar al contraataque. El United necesitaba un gol y es por eso que ha asediado a los visitantes durante buena parte de los segundos 45 minutos, pero la efectividad de los locales no ha ido en aumento y la alta posesión de la pelota no se ha traducido en nada más.

A pesar del sufrimiento Red durante buena parte de los últimos instantes del partido, los visitantes también podrían haber sentenciado el partido con alguna jugada rápida, sobre todo cuando Coutinho ha entrado en el terreno de juego. El jugador brasileño ya está recuperado de su lesión y, desde el banquillo, ha ayudado a su equipo aportando una de sus mejores versiones. Él ha tenido parte de la culpa de que el Liverpool dejara de sufrir hasta el minuto 80.

Ibrahimovic siempre acaba apareciendo

Pero el United ha tirado de orgullo. Los de Mourinho encadenaban 9 partidos ganados y 15 sin perder y no estaban dispuestos a romper las rachas positivas. Como mínimo la segunda. En una jugada envuelta, Rooney ha centrado una pelota que ha recogido Fellaini; el remate se ha estrellado en el palo, pero Valencia ha aprovechado el rebote para asistir a Ibrahimovic. Y el sueco, el de siempre, no ha perdonado, estableciendo un 1-1 en el marcador que acabaría siendo definitivo. El tanto tendría que haber sido anulado, pues al principio de la jugada había fuera de juego claro del lateral derecho del United.

Al final, Manchester United y Liverpool se han repartido los puntos en un partido muy reñido. Los de Mourinho han tenido las ocasiones más claras y se podrían haber llevado alguna cosa más, pero por otra parte el Liverpool también ha podido sentenciar al partido cuando lo estaba ganando y, por lo tanto, el empate es el resultado que más se adecua a lo que se ha visto en Old Trafford.

Los goles

1-0 Milner 25'

1-1 Ibrahimovic 84'