La decisión de las jugadoras de Primera División, la Primera Iberdrola, de convocar una huelga colocará al fútbol español ante el sexto paro de su historia, el primero en la competición femenina. El objetivo es la búsqueda del que sería su primer convenio colectivo.

La falta de acuerdo entre la Asociación de Clubs de Fútbol Femenino (ACFF) y los tres sindicatos participantes en las negociaciones (AFE, UGT y Futbolistas ON) ha llevado a las futbolistas a adoptar una medida con la cual esperan conseguir los "mínimos" después de haber rebajado sus "líneas rojas" con respecto a la duración de la jornada. Aceptarían un mínimo de 30 horas semanales y los clubs, después de 13 meses de negociación, les ofrecen 20 (una parcialidad del 50 por ciento).

A la espera que las futbolistas cierren la jornada o jornadas de huelga, siguiendo su pertinente proceso legal, el fútbol español se enfrenta al sexto paro de su historia. Las futbolistas también piden la protección en caso de incapacidad o lesión, o la implantación de un protocolo en caso de maternidad, entre otros.