En el Barça vuelve a aparecer un problema que ya se veía venir por el descontento de Ferran Torres y Roony Bardghji, dos futbolistas que habían dado un paso adelante y que, después de su brillante actuación ante el Betis, esperaban consolidarse como protagonistas habituales en los planes de Hansi Flick. Sin embargo, la decisión del técnico alemán de dejarlos en el banquillo contra el Eintracht de Frankfurt ha generado malestar en ambos, que sienten que el esfuerzo que han hecho no está siendo valorado.

Ferran Torres está mejor que Lewandowski y lo sabe

Y es que Ferran Torres tenía argumentos de sobra para aspirar a la titularidad. Ante el Betis firmó uno de sus mejores partidos de la temporada y demostró que está en un momento físico y mental muy superior al de Robert Lewandowski, que continúa mostrando una versión inoperante, desconectado del juego y sin capacidad de marcar diferencias. De este modo, en el vestuario muchos esperaban que Flick optara por premiar el mérito, pero ocurrió justamente lo contrario.

Ferran Torres avión Barça / Foto: FC Barcelona
Ferran Torres avión Barça / Foto: FC Barcelona

La realidad es que Ferran volvió a entrar tarde en el partido ante el Eintracht y, aun con pocos minutos, dejó claro que ahora mismo es más útil que un Lewandowski que vive su peor etapa como jugador del Barça. El valenciano siente que se ha ganado el derecho a tener un rol más importante y no entiende que su gran rendimiento tenga tan poca recompensa. Esa sensación de injusticia comienza a pesar, y en el club lo saben.

Bardghji, decepcionado tras su gran impacto

Y es que Roony Bardghji no está en una situación muy distinta. Tras su buen partido ante el Betis, donde dejó detalles de futbolista especial y confirmó que puede aportar desequilibrio inmediato, esperaba tener más peso en la rotación. Sin embargo, Flick volvió a relegarlo a un papel casi testimonial ante el Eintracht. Entró apenas unos minutos y sin margen para demostrar nada.

De este modo, Bardghji siente que no están confiando lo suficiente en él. Venía con ilusión, consciente de que podía encontrar espacio en un ataque que está lejos de su mejor nivel, pero su participación sigue siendo mínima. Y en el Barça empiezan a ver que su frustración aumenta, algo lógico teniendo en cuenta el potencial que tiene y el impacto que ya ha demostrado.

Así pues, Ferran y Bardghji viven días de incomodidad en el vestuario. Ambos creen que han hecho más que suficiente para tener más minutos y temen que Flick siga apostando por jugadores cuya jerarquía pesa más que su rendimiento. Si la situación no cambia, el conflicto interno puede crecer, porque ninguno de los dos está dispuesto a aceptar un papel menor cuando sienten que han demostrado estar por encima de varios titulares.