En el seno del Barça hay una sensación clara en los despachos y también en el banquillo. La lesión grave de Andreas Christensen ha dejado a la defensa en una situación límite y la incertidumbre alrededor de Ronald Araujo ha terminado de encender todas las alarmas. Hansi Flick lo ve a diario, lo sufre en cada partido y ya ha trasladado su mensaje a Deco con total claridad: hace falta un central de primer nivel y hace falta ya.

La realidad es que el Barça va demasiado justo atrás. Flick considera que no se trata solo de cubrir una ausencia puntual, sino de evitar que el equipo se rompa en el tramo decisivo de la temporada. El alemán entiende que no se puede competir al máximo nivel sin una línea defensiva sólida y fiable, y por eso ha sido tajante porque no basta con esperar al verano si existe la mínima opción de adelantarse.

Schlotterbeck, el nombre que convence a Flick

Y es que el técnico azulgrana tiene claro el perfil. Quiere un central con jerarquía, físico, buena salida de balón y experiencia en partidos grandes. En ese contexto, el nombre de Nico Schlotterbeck ha ganado fuerza en las últimas semanas. El defensor alemán es visto como el mejor central disponible en el mercado que podría encajar tanto deportiva como económicamente dentro de los límites del Barça.

Schlotterbeck

En el club consideran que, con la estrategia adecuada, se puede apretar por Schlotterbeck sin entrar en una operación desorbitada. No sería un fichaje galáctico, pero sí una inversión clave. Flick lo conoce bien, confía en su madurez competitiva y cree que su llegada daría un salto inmediato al equipo. No es una apuesta de futuro: es una necesidad de presente. Además, el Barça valora su capacidad para adaptarse rápido. Flick no quiere experimentos ni procesos largos de adaptación. Necesita a alguien que llegue y juegue, que asuma galones y que libere de presión a una defensa demasiado exigida.

Deco ya se mueve ante la presión del técnico

Deco, por su parte, es consciente de que el margen de maniobra es reducido, pero también de que la petición de Flick no es un capricho. En el Barça saben que seguir como hasta ahora supone un riesgo enorme, especialmente si Araujo no regresa al cien por cien o acaba saliendo del club. El escenario es demasiado inestable como para no actuar.

Así pues, el mensaje del entrenador es claro: si existe una mínima posibilidad de cerrar el fichaje en enero, hay que intentarlo. Esperar al verano puede salir caro en lo deportivo. Flick no quiere excusas ni parches, quiere soluciones.