El Barça se ha plantado. En un mercado donde casi todo parece negociable, hay un nombre que Deco ha marcado en rojo y ese es el de Raphinha. En los despachos del club han llegado propuestas muy serias, algunas por encima de los 70 millones de euros, pero la respuesta ha sido siempre la misma. No. Sin matices. Sin contraofertas. Sin llamadas de última hora.

Este Barça no se entiende sin el brasileño. No por marketing, no por cifras, sino por impacto en el campo. Raphinha se ha convertido en una pieza estructural del equipo, uno de esos jugadores que sostienen el plan cuando el partido se tuerce. Y eso, en el contexto económico actual del club, vale más que cualquier cheque. La sensación interna es clara: venderlo sería desarmar al equipo. Por eso Deco ha frenado en seco a intermediarios, clubes de la Premier y algún gigante europeo que preguntaba “solo para tantear”. La respuesta ha sido tajante: Raphinha no está en el mercado.

Raphinha, intocable para Flick

Desde la llegada de Hansi Flick, el rol del brasileño no ha hecho más que crecer. Es titular indiscutible, líder silencioso y uno de los jugadores más fiables del vestuario. Corre, presiona, decide y aparece cuando el partido lo exige. Flick lo considera clave, al mismo nivel que Pedri, y eso no es poca cosa.

Raphinha Barça / Foto: EFE
Raphinha Barça / Foto: EFE

De este modo, el técnico alemán ha sido claro con la dirección deportiva: no quiere ni oír hablar de una salida. Sabe que perder a Raphinha sería perder equilibrio, carácter y soluciones en ataque. En un equipo joven, su experiencia y regularidad son oro puro.

Ni 70, ni 80, ni 100 millones

En el Barça no esconden que el dinero ayudaría, pero hay ventas que salen demasiado caras en lo deportivo. Y esta es una de ellas. Ni 70, ni 80, ni siquiera una oferta cercana a los 100 millones cambiaría el escenario actual. Solo habría una excepción: que el propio jugador pidiera salir. Algo que, a día de hoy, no está ni cerca de suceder. Raphinha está cómodo, implicado y convencido del proyecto. Se siente importante y valorado, algo que no siempre tuvo en el pasado. Por eso no hay ruido, ni gestos raros, ni mensajes cifrados. Todo lo contrario.

Así pues, el Barça manda un mensaje claro al mercado: hay jugadores transferibles y hay jugadores esenciales. Raphinha pertenece al segundo grupo. Y mientras Deco siga al mando y Flick lo tenga como pilar, el brasileño no se mueve.