El duelo entre Barça y Betis devolvió una de las mejores versiones del Barça. Esa en la que el equipo comienza a carburar en ataque y a generar peligro después de un pequeño susto inical, habitualmente en forma de gol rival. En este sentido, uno de lo grandes responsables de que los culés convirtieran ese primer 1 a 0 en el 3 a 5 definitivo, no fue otro que Roony Bardghji, que participó de forma decisiva en los tres primeros tantos de los de Hansi Flick. Sin embargo, a pesar de que fue uno de los mejores, el panorama que se le dibuja al sueco, no es el más claro ni optimista posible.
Un rendimiento que pide paso, pero que no convence a Flick
Y es que la realidad es tan sorprendente como frustrante, Bardghji brilló como pocos, pero aun así Hansi Flick no termina de verlo preparado para tener continuidad. De este modo, su titularidad fue más un accidente táctico que un premio real. Lamine pasó a ocupar zonas más interiores y el sueco recibió la oportunidad casi por necesidad y no por convicción del técnico. El resultado, eso sí, dejó claro que el chico sí tiene nivel para competir ya.

La realidad es que, a pesar de su impacto inmediato, desde el cuerpo técnico señalan que le falta recorrido, que aún no domina todos los automatismos y que su adaptación debe ser más lenta. Y mientras tanto, el jugador vive entre la ilusión y la inquietud, ser decisivo un día y desaparecer del mapa los cinco siguientes no es el escenario que esperaba cuando aterrizó en Barcelona.
Un talento que corre el riesgo de quedarse sin minutos
De este modo, todo apunta a que volverá al banquillo en cuanto Flick recupere su esquema habitual y Lamine retome su posición natural. Y es que dentro del vestuario ya asumen que el seleccionador alemán tiene su hoja de ruta muy clara, con piezas señaladas y roles fijos donde Bardghji, por ahora, no entra como primera opción.
La realidad es que sorprende. Pocos jugadores han mostrado tanta personalidad en tan pocos minutos, y aun así el futuro inmediato del sueco parece condenado a la suplencia. Viene de encadenar cinco partidos sin un solo minuto, y su exhibición ante el Betis, en lugar de cambiar su destino, corre el riesgo de ser solo un paréntesis. Así pues, el Barça se encuentra ante una paradoja inquietante: uno de los futbolistas más determinantes del último encuentro podría volver al olvido en cuestión de días. Si Flick tiene razón o no, solo el tiempo lo dirá; lo que está claro es que Bardghji ya ha demostrado que merece algo más que un asiento fijo en la sombra.