El camino de Gonzalo García en el Real Madrid se detiene, al menos por un tiempo. El delantero de la Fábrica, una de las grandes promesas del club blanco, ya lo tiene decidido: se marchará cedido al Getafe CF en el próximo mercado de enero. Y lo hará antes incluso que Endrick, que también empieza a asumir que su futuro inmediato puede estar lejos del Bernabéu.

Y es que Gonzalo ha entendido algo que en el fútbol moderno vale más que cualquier discurso: el talento no sirve si no se juega. Su situación en Valdebebas era insostenible. Ni Xabi Alonso ni el cuerpo técnico le abren hueco en las rotaciones y las puertas del primer equipo parecen cerradas a cal y canto. Por eso, ante la falta de oportunidades, el joven delantero ha aceptado un nuevo reto: crecer en el Coliseum y ganarse un nombre en Primera División.

Getafe, el destino perfecto para comenzar

El Getafe se ha movido rápido. Sabe que necesita gol, que el equipo de José Bordalás sufre en los metros finales y que un futbolista como Gonzalo puede ser justo lo que le falta: hambre, energía y desequilibrio. El acuerdo con el Real Madrid está prácticamente cerrado, en una operación que beneficia a todas las partes. Los blancos aseguran minutos de calidad para uno de sus proyectos más prometedores, y el Getafe incorpora a un atacante con proyección, dispuesto a dejarse la piel desde el primer día.

Pepe Bordalas EFE

En Chamartín no hay enfado, al contrario. Se ve como un paso necesario. La historia demuestra que irse no siempre es un adiós. Borja Mayoral, Kubo, Reguilón… muchos salieron en busca de minutos y regresaron más fuertes o acabaron creciendo para serbuenos jugadores lejos del Madrid. Y eso mismo esperan que ocurra con Gonzalo, que ha sido una de las grandes joyas de la cantera blanca en los últimos años.

Endrick, paciente pero inquieto

Mientras tanto, Endrick observa la situación desde la distancia. El brasileño todavía no ha encontrado su sitio, ni en el Real Madrid ni en el plan de futuro de Xabi Alonso. Su entorno ya explora opciones para el próximo verano, con clubes como el Olympique de Lyon o el Marsella atentos a su situación.

Así pues, el primero en volar será Gonzalo, que lo tiene claro: necesita minutos, necesita goles y necesita sentirse futbolista. El Getafe le ofrece todo eso. Y aunque en el Bernabéu cueste aceptar su marcha, todos saben que esta cesión puede ser el primer paso hacia su consagración definitiva como jugador del Real Madrid.