Fue un gol tan espectacular como estéril. La falta directa con la cual Leo Messi sentenció el partido de ida de las semifinales de Champions contra el Liverpool (3-0) ha sido escogida como el mejor gol del torneo. En la vuelta los hombres de Jürgen Klopp remontarían la eliminatoria con un 4-0 de amargo recuerdo para todos los culés, pero la obra de arte del 10 blaugrana como mínimo se lleva el reconocimiento que se merece.

Estéticamente el gol de Messi es perfecto. El argentino, desde casi 30 metros, situó la pelota en la escuadra izquierda de Alisson Becker y puso en pie al público del Camp Nou. El capitán blaugrana ha marcado muchos goles, pero este es, sin ningún tipo de duda, uno de los mejores de su carrera.

La diana, además, fue la número 600 de Leo Messi con la camiseta del Barça, un hecho que todavía provoca más dolor si se tiene en cuenta el partido nefasto que el Barça perpetró en Anfield. Si el equipo de Ernesto Valverde hubiera alcanzado la Champions, probablemente la falta del 10 sería recordada durante muchos más años.