El fichaje estrella del Girona esta temporada podría ser Vladyslav Vanat, un delantero ucraniano del Dinamo de Kyiv de solo 23 años y que está llamado a ser el referente ofensivo del club catalán. Un fichaje, sin embargo, que ha provocado una crisis casi diplomática en un país en guerra como Ucrania. Así lo explica el pódcast de la revista Panenka, revelando lo que se ha generado después de la salida de Vanat y del fichaje de Vladislav Blănuță, un futbolista moldavo-rumano que ha sido acusado de prorruso.
El Dinamo de Kyiv cambia Vladyslav Vanat por Vladislav Blănuță
La historia empieza hace pocos días, en este inicio del mes de septiembre. La salida de Vanat del Dinamo de Kyiv obligó al club ucraniano a buscar a un sustituto de su delantero, lo que lo llevó a contratar a Vladislav Blănuță, procedente del FCU Craiova de Rumania. Un futbolista que a pesar de tener 23 años ha jugado en Italia (Pescara), en cuatro clubs de Rumania (CP Rapid Bucarest, AS Metropolitan, U Cluj y FCU Craiova), además de formarse en la República Checa.
Hasta aquí todo es normal, ya que es un joven con cierta experiencia y con capacidad de progresión. Un delantero que costó 2 millones de euros y una esperanza para conseguir llegar lejos al menos en la Conference League, la tercera competición de la UEFA.
Acusan a Vladislav Blănuță de ser prorruso
Pero el problema de verdad llegó poco después de que se hiciera oficial el fichaje. La afición del Dinamo de Kyiv empezó a mostrarse muy enfadada por la incorporación del jugador, viendo algunas amenazas de muerte, porque ha sido considerado prorruso. Los seguidores del conjunto ucraniano se percataron de que Blănuță compartió contenido de Vladimir Solovyov, presentador de televisión y propagandista ruso, el año 2023 en TikTok. También acusaron al futbolista de compartir música de la serie de televisión Brigada, prohibida en Ucrania desde 2015 y también considerada como propaganda rusa.
Sin embargo, desde el club dicen que "el vídeo de Solovyov que compartió trataba sobre Moldavia". También añaden que "Blănuță dice que no sabía quién era Solovyov y que se quedó impactado cuando descubrió los hechos". Además, afirman que el futbolista reconoce que "las publicaciones de 2023 fueron un error". "Rusia es la agresora y quiero dejar claro que no la apoyo. No he dicho nunca nada en contra de Ucrania. Soy totalmente proeuropeo y proucraniano", dijo posteriormente Blănuță en un videocomunicado del club.
Una serie de afirmaciones que quieren quitarle esta etiqueta de prorruso al jugador. Pero es que además el Dinamo de Kyiv ha llegado a explicar que Blănuță había tenido la oportunidad de fichar por equipos rusos, pero que el futbolista y el presidente del FCU Craiova se negaron.
Al final, sin embargo, el conflicto entre Rusia y Ucrania sigue vigente y cualquier mínima relación con él genera todavía más conflicto. Ahora el futbolista tendrá que seguir demostrando su condición de no prorruso, mientras que la afición tendrá que escoger cómo lo ve y si lo acaba aceptando en su nuevo reto profesional en el Dinamo de Kyiv. De momento, en el día de su debut se vieron pancartas en la grada que lo tildaban de "demonio".