La derrota del FC Barcelona en Londres ha encendido todas las alarmas. No solo por el 3-0 encajado ante un rival directo en la Champions, sino porque ha destapado dos focos de indisciplina interna que preocupan seriamente a Hansi Flick. El técnico alemán, acostumbrado al orden y a la disciplina táctica, se ha encontrado con una realidad distinta en su nuevo vestuario: hay comportamientos que están comprometiendo al grupo y afectando al rendimiento colectivo.
El primer problema afecta a la línea defensiva, donde Flick esperaba fiabilidad y compromiso absoluto. Sin embargo, ha hallado justo lo contrario. Alejandro Balde fue el único que estuvo al nivel. Ronald Araújo, Pau Cubarsí y Jules Koundé dejaron mucho que desear. No es solo una cuestión de errores puntuales o falta de acierto. Lo que inquieta al entrenador es la indisciplina táctica, la tendencia a desordenarse, a no respetar las instrucciones y a tomar decisiones individuales que rompen el equilibrio colectivo. El caso de Araújo fue el más preocupante. Ha salido retratado en las últimas dos eliminaciones del Barça en la Champions League. Y su expulsión en Londres fue vista como la consecuencia de un exceso de ímpetu que Flick considera “evitable y perjudicial”.
La defensa el Barça, retratada en Londres
A su lado, Cubarsí, pese a su talento, está siendo observado por cierta relajación en momentos clave. No por falta de profesionalidad, sino por una tendencia a “interpretar” demasiadas situaciones sin ajustarse al plan. Y Koundé, por su parte, arrastra semanas con desconexiones que han generado malestar en el cuerpo técnico. El técnico alemán exige disciplina. Y exige rigor. Y esos dos valores no están siendo respetados al nivel que demanda una competición de máximo nivel.
El segundo foco de preocupación está en la presión ofensiva, donde el técnico esperaba un compromiso coral que no está encontrando. Aquí los señalados son dos: Robert Lewandowski y Lamine Yamal. El polaco, que continúa siendo un jugador capital en ataque, ya no está para según que esfuerzos defensivos que Flick pide a su delantero centro. Sobre todo con el equipo jugando con 10.
El equipo necesita más compromiso defensivo de Lamine Yamal
En el caso de Lamine Yamal, la situación es distinta. El joven extremo tiene un talento extraordinario, pero su desentendimiento defensivo se ha convertido en un tema crítico dentro del vestuario. Flick y su equipo le han pedido un mayor compromiso en las ayudas y en los retornos. Pero el jugador, aún en formación, tiende a priorizar la creatividad ofensiva y a desconectarse cuando el equipo pierde el balón. Esa actitud ha generado malestar entre algunos veteranos, que consideran que él recibe un trato demasiado blando.
Flick necesita que el equipo funcione como un bloque, no como un conjunto disperso. Y, tras el desastre en Londres, en el club empieza a haber consenso sobre algo: si el Barça no corrige estas dinámicas de inmediato, no habrá sistema capaz de sostener al equipo en Europa.