El Barcelona sigue sumando puntos de forma agónica. El gol de Ronald Araújo ante el Girona (2-1) fue un alivio, pero las alertas internas no se apagan. No todo funciona en el equipo de Hansi Flick, y uno de los focos principales está en Jules Koundé.

El francés atraviesa un bache preocupante. Sus despistes defensivos, la lentitud en la cobertura y la pérdida de confianza están afectando al equipo. En el vestuario, sus compañeros intentan apoyarle, pero la sensación es clara: cuando Koundé no está al 100%, el Barça parece jugar con un hombre menos.

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Koundé en el Sevilla-Barça EFE

La peor versión de Koundé desde que llegó al Barça

La temporada pasada, Koundé era sinónimo de seguridad. Dominaba el carril derecho, cubría espacios con rapidez y no fallaba en momentos decisivos. Incluso marcó en la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid. Su rendimiento convenció al club de renovarlo y frenar ofertas de grandes equipos europeos. Todo parecía encajar.

Este curso, todo ha cambiado. Desde septiembre, Koundé muestra signos de desconexión. Ha cometido errores graves en partidos como PSG y Sevilla, y sus fallos se repitieron contra el Girona. La intensidad que antes le caracterizaba ha disminuido y su seguridad en el juego defensivo preocupa a Flick y a los veteranos. La gestión de esta situación ha sido discreta, pero no ha logrado ocultar las fisuras que se generan cuando él no está fino.

Djené entrada Kounde Barça Getafe
Koundé en el Barça-Getafe

Exámenes clave ante Olympiacos y Real Madrid

Flick ha intentado manejar la situación con diálogo y paciencia. Ha hablado en privado con Koundé, pero la presión no desaparece: los partidos no esperan. Por ahora, el francés sigue en el once debido a la lista de lesionados, pero su rendimiento condiciona al conjunto y provoca tensión en el vestuario.

El calendario aprieta. Esta semana, Koundé tiene dos exámenes: el partido de Champions League ante el Olympiacos y el Clásico en el Santiago Bernabéu. La exigencia es máxima y su respuesta determinará si puede recuperar su liderazgo defensivo o si su bajón se prolonga.