Hans-Dieter Flick no pudo salir más decepcionado con la actuación que completó un jugador del Barça que estaba obligado a reivindicarse. Porque en las dos primeras jornadas de La Liga EA Sports, Andreas Christensen se había visto relegado a la suplencia. Aunque confiaba en ser el gran beneficiado por la marcha de Íñigo Martínez al Al-Nassr de Arabia Saudí, y era la apuesta de mucha gente para completar la defensa, la realidad ha sido muy distinta.
Y es que el técnico alemán ha preferido decantarse por Ronald Araújo, pese a las dudas que existen por el rendimiento del uruguayo, muy propenso a cometer errores, y que sigue lejos de su mejor versión. Pero esto no ha sido suficiente para que el ‘15’ se pueda afianzar en las alineaciones, si bien contra el Rayo Vallecano dispuso de su primera gran oportunidad, al comenzar como titular, siendo una de las numerosas novedades que presentó ‘Hansi’.
Un experimento que no pudo salir como se esperaba. Aunque es cierto que ningún compañero tuvo su mejor día, a excepción de Joan García, que sin duda alguna fue el MVP, el internacional danés salió claramente señalado. Se le vio excesivamente nervioso, y no solamente tuvo algunos desajustes defensivos, sino que también se le vio con complicaciones a la hora de salir con la pelota controlada, que a priori debería de ser su punto fuerte.
Todo esto ha provocado que Flick comience a perder la confianza que tenía en Christensen, a quien veía como un interesante recambio para el eje de la retaguardia, e incluso estaba convencido de que podría ser el mejor socio para Cubarsí cuando estuviera al 100%. Es verdad que las lesiones que ha sufrido durante el último año no le han permitido tener continuidad, y esto explica que todavía necesite más ritmo de competición.
Pero demostró estar fuera de forma, y esto es una cosa que nunca gusta a ningún entrenador. Y menos, a uno tan exigente en este sentido como lo es el ex del Bayern de Múnich o del TSG Hoffenheim.
En el Barça sospechan de las intenciones de Christensen
Desde el Barça comienzan a tener sospechas de las verdaderas intenciones de Christensen, y creen que no está concentrado en sus compromisos, y tendría la cabeza en otro sitio.
Porque no hay que olvidar que finaliza contrato el 30 de junio, y por ahora no tiene ningún acuerdo con Joan Laporta y con Deco para renovar…