El caso Dani Olmo ha estallado en el vestuario del Barça. Lo que parecía una simple lesión muscular ha destapado un conflicto interno que preocupa en el club y, sobre todo, a Hansi Flick. El técnico alemán está molesto. Muy molesto. Considera que el jugador ha cometido un acto de indisciplina inaceptable.
Todo comenzó durante la última concentración de la Selección Española. Olmo llegó tocado, con molestias en el gemelo izquierdo. El Barça había avisado a la Federación de que el jugador arrastraba fatiga muscular y recomendaba precaución. Sin embargo, el mensaje no fue escuchado. Y el futbolista decidió forzar. Quiso entrenarse, jugar, demostrar que podía estar en los partidos contra Georgia y Bulgaria.

A Dani Olmo le costará recuperar la titularidad
Pero se rompió. El diagnóstico posterior confirmó una lesión en el sóleo de la pierna izquierda. Estará de baja hasta noviembre. Pero lo que más ha dolido en el club no es la lesión, sino la forma. Flick está muy enfadado.
El míster lo interpreta como una falta de compromiso con el Barça. Cree que Olmo priorizó su interés personal por encima del bien del equipo. Dani sabe que cada una de sus convocatorias y actuaciones con la Roja son clave de cara a su presencia en el Mundial del próximo verano. No tiene el puesto asegurado y quiere estar sí o sí. Y de ahí que forzara hasta el límite con la Selección Española. Con todo, mientras el técnico intenta recomponer una plantilla castigada por las lesiones, el internacional catalán decidió arriesgar sin medir las consecuencias. Y el asunto ha molestado profundamente a Flick.

Flick los quiere comprometidos como a Ferran Torres
El contraste con otros jugadores ha encendido aún más los ánimos. Ferran Torres, por ejemplo, también ha pedido salir de la convocatoria para volver a Barcelona y recuperarse tras notar algunas molestias. El delantero, consciente de que vienen partidos clave para el Barça, ha priorizado el equipo azulgrana. Un gesto que Flick ha valorado positivamente.
Fuentes del vestuario confirman que la relación entre ambos está en su punto más tenso desde que Flick llegó al banquillo. El entrenador considera que el mediapunta debe replantearse su actitud. Le exige más profesionalidad, autocrítica y compromiso.
Cuando se recupere, no regresará directamente al once. Otros futbolistas habrán ganado terreno. Raphinha, Fermín López y Lamine Yamal estarán disponibles y, según la planificación actual, tendrán prioridad. Flick quiere que Olmo entienda el mensaje: en su Barça, la jerarquía se gana con hechos, no con palabras.