Una de las grandes sorpresas en el Barça esta campaña, pero por la parte negativa, es ver el poco protagonismo que ha tenido Andreas Christensen. Después de un año muy complicado por culpa de sus recurrentes problemas físicos, mucha gente esperaba que este curso fuera capaz de reivindicarse, y de volver a su mejor nivel. Con Xavi Hernández fue imprescindible, y siempre mostró un rendimiento regular y fiable, jugando en varias demarcaciones.
Llegó para actuar en el eje de la retaguardia, pero las necesidades que había en el centro del campo provocaron que acabara jugando como pivote defensivo, donde sorprendió con su rápida adaptación. Una muestra inequívoca de la polivalencia y la inteligencia que caracteriza al internacional danés, quien era el elegido para llenar el enorme vacío que Íñigo Martínez dejó cuando se anunció su salida, con dirección al Al-Nassr de Arabia Saudí.
En el Camp Nou creían que era el perfil más similar al central vasco, y que lograría convertirse en un fijo para Hans-Dieter Flick, superando la competencia de Ronald Araújo y de Eric Garcia. Pero la realidad ha sido muy distinta, y así lo acreditan sus discretas estadísticas. Tan solo ha estado en el terreno de juego en un total de 342 minutos, repartidos en 10 partidos, y ha sido claramente la última opción en las rotaciones para la parcela defensiva.
También ha sorprendido el hecho de que Joan Laporta y Deco no hayan hecho ningún esfuerzo para ampliar su contrato, que expira el 30 de junio, y parecen tener tomada la decisión de permitir su salida a coste cero. Pero ahora se ha revelado toda la verdad, y se han explicado los motivos por los cuales ‘Hansi’ tiene apartado a Christensen. Y es que tuvo una actitud inaceptable en un partido de Champions League, que ha sido revelado por el portal ‘Madrid-Barcelona’.
Según explican, en el partido contra el Inter de Milán, en la vuelta de semifinales, el técnico germano quiso meter al ‘15’ en el terreno de juego, para tratar de mantener el resultado. Pero se negó.
Christensen argumentó que tenía molestias en la espalda
Christensen no quiso entrar al césped, y aseguró que tenía molestias en la espalda. Una excusa que no acabó de convencer a Flick, que sigue pensando que fue un acto de rebeldía, después de que Araújo hubiera entrado antes que él, una cosa que no le gustó.
Esto sirve para defender la postura del entrenador del Barça, que tiene motivos para no querer saber nada del ex del Chelsea y del Borussia Mönchengladbach.