La fiscalía de Lleida pide una pena de prisión de 4 años y 3 meses para el acusado de agredir a un agente de los Mossos d'Esquadra el 27 de octubre del 2018 durante un disturbio que tuvo lugar en el final del partido de fútbol entre el Lleida Esportiu y el Hércules de Alicante, de Segunda División B. Según se desprende de la calificación fiscal, el acusado habría cometido dos delitos: uno de atentado contra agentes de la autoridad y otro de lesiones.

Los hechos pasaron en los alrededores del Camp d’Esports de Lleida una vez finalizado el partido entre los dos equipos. Los mossos, sabiendo de la rivalidad entre las dos aficiones, habían desplegado un cordón policial para evitar incidentes y acompañar a los aficionados del Hércules hasta sus autobuses. Pero un grupo de aficionados del Lleida pertenecientes a la organización Rudes empezó a seguir presuntamente a los seguidores del equipo alicantino propinándolos un seguido de insultos como "españoles, hijos de puta, esta bandera la quemaremos, os mataremos".

Durante este incidente, según explica el escrito del fiscal, el acusado cogió un fragmento de hormigón de unos 10 centímetros cúbicos y 545 gramos de peso y lo lanzó contra uno de los agentes de los mossos. Aquel trozo de hormigón impactó en la cara del policía, que se cayó al suelo inconsciente y tuvo que ser trasladado en ambulancia al Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida. Como consecuencia de la agresión, amplía la calificación, el agente sufrió una fractura del tabique nasal, una herida contusa en el labio y en el codo y varias contusiones.

Después del incidente, el agente ha tenido que estar 107 días de baja laboral, someterse a una cirugía en el tabique nasal y sufre secuelas como desviación del tabique nasal, cicatrices en el labio superior y en el codo, así como un perjuicio estético leve. Del otro lado, el acusado fue puesto en libertad con cargos después de su detención y se espera que declare en la celebración del juicio, para el cual todavía no hay una fecha prevista.

Como medidas cautelares, el juez de guardia dictó la prohibición de acercarse a una distancia inferior a 500 metros de cualquier estadio cuando se produzca un acontecimiento deportivo, así como la obligatoriedad de comparecer cada vez que sea requerido por el juzgado.