El futuro de Ferran Torres vuelve a encender las alarmas en el FC Barcelona. El delantero valenciano, que esta temporada ha aceptado un rol secundario con la esperanza de recuperar protagonismo, se ha encontrado con una noticia que ha terminado por desbordar su paciencia: la intención del club de renovar a Robert Lewandowski y, además, incorporar a otro delantero de nivel para reforzar la plantilla. Para Ferran, esto supone una condena deportiva que no está dispuesto a asumir una vez más, y su entorno ya desliza que pedirá salir si la situación se confirma.
El atacante entiende que no puede seguir eternamente a la sombra de otros delanteros. Si llega un nueve nuevo y el polaco continúa como titular indiscutible, Ferran sabe que su rol volverá a ser el mismo de siempre: esperar minutos, encadenar suplencias y aparecer solo como solución de emergencia. El jugador está cansado de vivir en ese bucle y, con 25 años, tiene claro que está en el momento justo para dar un salto adelante en su carrera.
Ferran quiere ser titular en un grande
Para Ferran, la prioridad absoluta es sentirse importante. Considera que tiene nivel para ser titular en un club grande de Europa y no quiere desperdiciar los mejores años de su carrera esperando oportunidades que nunca terminan de llegar. Por eso, si el Barça incorpora a otro delantero y mantiene a Lewandowski como referencia ofensiva, su decisión es firme: pedirá una venta en verano. Lo que más le pesa es que, pese a sus esfuerzos y sus buenos tramos de rendimiento, la etiqueta de “revulsivo” lo persigue y condiciona su futuro.

Además, Ferran cree que en otro club podría partir desde cero y competir por la titularidad en igualdad de condiciones. En el Barça, cada vez que parece estar a un paso de consolidarse, un nuevo fichaje o el regreso de un titular consolidado lo vuelven a relegar. Y ahora, con la continuidad del delantero polaco prácticamente asegurada, el escenario que se presenta es exactamente el que más temía.
El Barça ya sabe que la situación puede estallar
En los despachos del Camp Nou son conscientes del malestar del jugador. Deco valora a Ferran, pero entiende que su perfil no puede garantizar minutos constantes cuando el equipo necesita goles inmediatos y un delantero de jerarquía mundial. La posible llegada de un nuevo atacante solo agravaría su situación, y desde el club no descartan que llegue una solicitud formal de salida.
Así pues, Ferran Torres se enfrenta al dilema definitivo: seguir siendo el eterno suplente del Barça o buscar un destino donde pueda liderar un proyecto. Y esta vez, su decisión parece más clara que nunca.