Fernando Pacheco salva un punto en el mal debut del Espanyol en Albacete (1-1). A pesar de que Manu Fuster disfrutaría de dos penaltis, el portero esapnyolista le negaría el gol en las dos ocasiones y haría valer el de Calero para decretar el reparto de puntos final.

Fernando Pacheco se ha hecho MVP ya en la primera mitad

El conjunto perico, en su redebut en Segunda División, no se ha sentido nada cómodo en ningún momento. El Albacete ya fue su primer rival en la categoría de plata ahora hace tres temporadas, pero, en ese entonces, el escenario era el RCDE Stadium y las vibraciones del Espanyol, sobre todo hacia la directiva, bastante más positivas.

Hoy, con el ambiente caldeado dentro del club y con un Carlos Belmonte lleno hasta la bandera como escenario, el Espanyol tenía la misión de, aunque para algunos se haga complicado, volver a hacer soñar a sus fieles con el ascenso. Sea como sea, el partido no empezaría nada encaminado hacia este objetivo, ya que la movilidad de la delantera manchega, sobre todo en el caso de Higínio, generaría muchos problemas en la retaguardia blanquiazul. En una de estas, Óscar Gil, que le tiembla el pulso cuando pisa área propia, cometería una pena máxima, llegando tarde y haciendo caer al futbolista del Albacete de manera infantil. El lateral ilicitano acabó la temporada en Primera División haciendo penaltis absurdos y, desgraciadamente para él y para los suyos, esta dinámica ha tenido continuidad en la primera jornada en Segunda.

Albacete Espanyol / Foto: @AlbaceteBPSAD
Manu Fuster, lanzando un penalti ante el Espanyol / Foto: @AlbaceteBPSAD

Era el minuto 26, campaba el 0-0 en el marcador y el Albacete tenía una oportunidad de oro para ponerse por delante desde los once metros. No obstante, el último escollo del Espanyol, Pacheco, dejaría claro a la afición visitante de qué pasta está hecho. Con una gigante estirada y una mano dura como una roca, enviaría el buen lanzamiento de Fuster al palo, paseándose el esférico por detrás de su espalda y a medio metro de la línea de gol, pero sin acabar de atravesarla en ningún momento.

El Albacete, por su parte, estaba mereciendo más, pero, tal como el portero del Espanyol le negaría el gol, su tocayo, Fernando Calero, también estaría en el lugar adecuado en el momento adecuado para enviar una buen centro lateral blanquiazul al fondo de la red de Bernabé. Justto se había llegado al minuto 40, el Albacete se negaba a bajar los brazos y buscaba devolver el golpe psicológico al borde del descanso y, de nuevo, quien acabaría imponiendo su ley sería Pacheco. Fuster, nuevamente lanzador, le cambiaría de lado el golpeo, pero el portero extremeño volvería a adivinarle las intenciones para mantener su portería a cero.

El Albacete consigue el merecido empate

El Albacete, poco a poco, ha empezado a hacer valer la incomodidad del Espanyol, ha dado continuidad a la creciente sensación de que eran superiores y, ya en el minuto 93, ha logrado hacer el gol del empate. Al igual que el golpe era frustrante para el Espanyol, ha sido un premio merecido para un Albacete que se lo ha creído y ha logrado equilibrar la balanza de lo que ha sido un mal debut de los de Luís García.