El Real Madrid vive un momento de tensión interna. El epicentro es Vinícius, que amenaza con no renovar si Xabi Alonso sigue en el cargo. Sus desaires constantes han provocado un profundo malestar entre sus compañeros. Jugadores de la plantilla consideran que su actitud rompe la unidad y afecta la moral del vestuario.
El brasileño no oculta su postura. Según entornos madridistas, ha deslizado que no renovará su contrato si Xabi Alonso sigue al frente del equipo. Su vínculo expira en julio de 2027, y esa situación le da un poder negociador total. Por tanto, la directiva sabe que, si no actúa pronto, podría verse obligada a negociar un traspaso a precio más bajo el próximo verano o, peor, dejar que se vaya gratis en 2027.

El vestuario del Real Madrid se harta de Vinícius
Jugadores como Fede Valverde, Thibaut Courtois y otros se sienten incómodos ante la presión que Vinícius ejerce dentro y fuera del campo. Su comportamiento ha sido interpretado como egoísta, centrado en intereses individuales más que colectivos. Muchos consideran que sus desaires dañan la cohesión del equipo y el clima de trabajo en los entrenamientos.
La situación se ha vuelto delicada. Algunos jugadores evitan hablar con Vinícius, buscando mantener la unidad y la concentración en los partidos. Otros han transmitido a la directiva su deseo de que la situación se resuelva cuanto antes, temiendo que los conflictos internos afecten el rendimiento del equipo en LaLiga y en competiciones europeas.
El club se encuentra ante un dilema. Por un lado, necesita mantener a su estrella; por otro, no puede permitir que su comportamiento siga generando conflictos. La directiva está evaluando alternativas, pero la postura de Vinícius complica cualquier acuerdo. Su amenaza de no renovar si Alonso permanece deja a Florentino Pérez entre la espada y la pared.

Vinícius se planta: o él o Xabi Alonso, no hay sitio para los dos
La presión sobre Vinícius es real. Sus compañeros observan cada gesto, cada comentario y cada entrenamiento. Temen que la situación se prolongue y afecte los objetivos deportivos del club. La paciencia se ha agotado, y la frustración aumenta partido tras partido.
Mientras tanto, el brasileño ha publicado un comunicado pidiendo disculpas públicamente por su comportamiento en el Clásico. Especialmente por sus aspavientos cuando fue sustituido.

Pero con Vini llueve sobre mojado. Cada vez son menos quienes confían en él. Se está quedando sin aliados en el vestuario. La plantilla está harta de los desaires y busca un camino para proteger la unidad del equipo. La combinación de su contrato a punto de expirar, su exigencia de que Alonso se marche y su influencia dentro del vestuario convierten la situación en una crisis interna que podría marcar la temporada del Real Madrid y el futuro del crack brasileño.