El Barça se despide de la Europa League con una derrota muy dolorosa contra el Eintracht de Frankfurt tras un partido desastroso y que sólo ha tenido emoción en los últimos minutos (2-3). La fiesta del Camp Nou ha sido alemana, también completa por la gran cantidad de aficionados visitantes que han vivido una noche histórica en Barcelona.

La marea del Eintracht de Frankfurt

Después de los incidentes previos al principio del partido con los seguidores alemanes, el ambiente ha seguido siendo favorable al Eintracht cuando ha empezado el partido. La marea blanca se ha hecho presente en la grada, y con un Barça con las novedades de Òscar Mingueza y de Ousmane Dembélé entre los titulares, ha empezado la pesadilla culé.

Ya en la primera ocasión del partido, penalti de Eric Garcia que acaba con gol de Filip Kostić en el minuto 3. Lo impensable se ha visto en el Camp Nou y la euforia ha estallado en una grada. Pero el Barça ha empezado de la peor manera, teniendo que remontar y habiendo sido aturdido por un Camp Nou que no era el de siempre.

Celebracion gol Eintracht Barça Camp Nou EFE

Los jugadores del Eintracht de Frankfurt celebrando el primer gol contra el Barça / EFE

Sin embargo, a partir del primer gol visitante el Barça se ha puesto las pilas. El dominio ha pasado a ser culé, igual que las ocasiones. La primera clara ha sido de Aubameyang, con un cabezazo en el minuto 9. Dembélé se mostraba muy activo y rebelde sobre el césped, haciendo exhibición de su calidad y de sus caños. Pero después de media hora de juego con claro color blaugrana, ha cambiado el ambiente.

El aire ha virado a favor de los alemanes, que han ejecutado sus rapidísimas transiciones para intentar rematar a un Barça que iba perdiendo la ilusión. Ter Stegen y Araujo han mantenido la portería segura hasta que Santos Borré se ha inventado un chutazo impresionante desde fuera el área para marcar el segundo gol del Eintracht antes del descanso. El Barça, todavía más tocado, ha notado la falta de las intervenciones de los interiores, con Pedri y Gavi desaparecidos, pero también con poca presencia ofensiva de Ferran Torres. Ni Dembélé ni Busquets, sobresaturados de trabajo y cosidos a faltas, han podido ponerse el equipo a la espalda.

Dembele quejas faltas EFE

Ousmane Dembélé reclamando una tarjeta amarilla / EFE

Se confirma el naufragio del Barça

Y en la segunda parte todo ha cambiado. Frenkie de Jong, el gran animador del partido, ha entrado en el sitio de Pedri, que tenía molestias físicas. Y con la entrada del neerlandés han llegado las ocasiones más claras del Barça. Dembélé con espacios ha creado mucho peligro, pero cuando Aubameyang tenía que rematar, no ha estado acertado.

Y con el dominio culé, ha llegado un momento de la polémica. Manos de Santos Borré dentro del área del Eintracht y revisión del VAR. Y más de cinco minutos perdidos, con el árbitro teniendo problemas de audio y también con problemas de vídeo. Al final, han acabado determinando que no ha habido nada punible. Entonces ha sido el turno de Adama Traoré y Dest para intentar buscar la heroica.

Pero la heroicidad se ha convertido en un milagro casi imposible después que Kostić hiciera su doblete. A falta de veinte minutos para el final, tercer gol del Eintracht. Y se ha confirmado el naufragio del Barça. Los culés ya han empezado a desfilar hacia sus casas viendo la dolorosa derrota.

Xavi Hernández Barça Eintracht EFE

Xavi Hernández gritando / EFE

Luego han entrado Luuk de Jong y Memphis Depay. Llegó un punto que el Barça aceptó la derrota, pero no era así. Sergio Busquets ha marcado por partida doble en los últimos minutos, pero sólo uno ha sido legal, el del minuto 90. El 1-3, el tanto de la esperanza culé, y 9 minutos de añadido para jugarse. Y en la última jugada del partido, penalti favorable al Barça, expulsión de Evan Ndicka y gol de Memphis. El 2-3 ha llegado demasiado tarde y el Barça se ha despedido de la Europa League con frustración. Y la fiesta del Camp Nou ha sido del Eintracht y de los aficionados venidos de Frankfurt.

 

Imagen principal: Los jugadores del Barça después de encajar un gol del Eintracht de Frankfurt / EFE