Dos versiones del Espanyol han dejado una sensación confusa en Riazor, pero que ha acabado con la recompensa de los tres puntos. El mejor ataque y la mejor defensa han marcado diferencias y han seguido compitiendo a pesar de tener la temporada resuelta. Los goles de Leo Baptistao y Gerard Moreno han contrarrestado un Deportivo que no se ha rendido ante un Espanyol que tiene mil caras y es capaz de lo mejor y de lo peor.

Efectividad blanquiazul

La primera mitad de los blanquiazules ha sido totalmente basada en la efectividad. Si se pensaba que el Espanyol quizás no jugaría un gran fútbol, las palabras de Quique Sánchez Flores asegurando que saldrían con el instinto competitivo han acabado haciendo mella en el vestuario. Atentos, rápidos y con la portería rival como objetivo, la primera mitad del Espanyol ha dado razones para acabar la temporada entre los diez primeros de la Liga.

Primero Leo Baptistao, muy atento, ha robado una pasada muy arriesgada del Deportivo para encarar la portería con espacio y tiempo para definir a la perfección el primer mano a mano que ha tenido. Pero la cosa no acabaría aquí porque poco después Gerard Moreno completaría la segunda gran jugada del Espanyol y ha dejado al Deportivo tocado. Piatti, asistente por décima vez esta temporada, ha sido el peligro más destacado del Espanyol.

La competitividad ha sido reflejada durante la primera mitad. El Espanyol ha hecho mucho daño a los gallegos y han aprovechado todas las ocasiones creadas. Dos disparos a portería y dos goles. Ha vuelto el Espanyol más letal y también la mejor defensa.

El Espanyol se empequeñece

Pero si el Espanyol no se jugaba nada, quien sí lo hacía era el Deportivo. El descenso llama a la puerta de los gallegos y los de Pepe Mel no se podían permitir sorpresas de última hora. Cuando lo tenían todo perdido, ha aparecido Andone y el Deportivo más descarado.

La segunda mitad ha sido la de un necesitado Deportivo contra un Espanyol que se ha acabado empequeñeciendo. Minuto uno del segundo tiempo y gol de la esperanza de Andone. Ocasión tras ocasión los gallegos querían al menos un punto de oro para seguir en la máxima categoría del fútbol español. Un total de cuarenta y cinco minutos de ofensiva total de los locales, pero a pesar del ánimo de Riazor, el Espanyol ha puesto en marcha su mejor defensa y un providencial Diego López ha dejado el marcador con un 1-2 que sería definitivo.

No se jugaba nada, pero el Espanyol quiere acabar la temporada lo más arriba posible. El objetivo de estar dentro de los diez mejores sigue y Riazor se han conseguido tres puntos más de lo que está siendo una muy buena temporada. El próximo sábado el València visitará el RCDE Stadium.