El descenso del Espanyol a Segunda División es cuestión de tiempo. El conjunto perico, a diez puntos de la salvación, sabe que la permanencia es una utopía, especialmente después de la derrota del jueves pasado en Anoeta.

De hecho, los de Rufete podrían certificar su caída en los infiernos de manera matemática en esta jornada, la 34.ª del campeonato. ¿Sin embargo, qué tendría que pasar para que el descenso se consumara?

En primer lugar, el Celta de Vigo tendría que ganar el partido que disputa este sábado contra el Betis en Balaídos. Más tarde, a las 19:30 horas, el Alavés tendría que derrotar al Valladolid en el Estadio José Zorrilla.

 


El Espanyol, por su parte, tendría que perder el partido que afrontará este domingo en el RCDE Stadium contra el Leganés, el penúltimo clasificado de la tabla.

Y la última variable que entra en juego es la relacionada con el Eibar. Si se cumplieran estas tres premisas previas y el lunes el conjunto vasco derrotara al Sevilla en el Nervión, el Espanyol sería matemáticamente equipo de Segunda, y es que el Celta sumaría 37 puntos y los pericos 24 (a 13 de distancia) cuando sólo quedarían 12 en juego.