La guerra abierta entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y las campeonas del mundo se mantiene. Este viernes, 21 de las 23 internacionales renunciaron a la primera convocatoria de Montse Tomé—que tenía que ser anunciada aquel mismo día— al considerar que los cambios no eran suficientes. La RFEF no se ha quedado quieta, y según informa El Español, directivos y empleados de la Federación se querellarán por "coacciones y calumnias" contra las jugadoras de la selección femenina que exigen sus dimisiones como condición para seguir formando parte de la selección. Estos directivos atribuyen el delito de coacciones por la presión con la cual han pedido su cese, y el de calumnias por los hechos que les atribuyen. Precisamente, los querellantes forman parte de la "lista negra" que las futbolistas presentaron al presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha.

Ultimátum de la RFEF

Después de la renuncia de las jugadoras, la RFEF este domingo dio un ultimátum a las jugadoras de la selección española, y pedía a las 39 jugadoras que firmaron el comunicado exigiendo más cambios, que elaboren una lista con nombres concretos y sus motivos, para poder analizar cada caso concreto. Según informó Onda Cero, la RFEF ofreció a las jugadoras apartar de manera inmediata a los trabajadores que ellas exigen y les daba un margen hasta las 0:00 horas de este domingo. El árbitro internacional y asambleísta de Rubiales, María Dolores Martínez Madrona, aseguró que en caso de no recibir respuesta—como ha sucedido— se entenderá como una negativa a ser seleccionables para jugar los dos próximos partidos de la Nations League, que son clasificatorios para los Juegos Olímpicos de París 2024.

Por su parte, varios directivos que forman parte de los señalados por las jugadoras, ya han advertido a través de carta a Pedro Rocha que "tomarán acciones legales" contra ellas. Y han reiterado que nunca coaccionaron a Jennifer Hermoso, ni a ninguna otra futbolista por el caso Rubiales.

Las exigencias de las jugadoras

39 jugadoras, entre ellas 21 de las 23 campeonas del mundo, reclamaron este viernes a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) la reestructuración del organigrama de fútbol femenino y aseguraron que los cambios hechos en el organismo "no son suficientes para que se vuelvan a sentir en un lugar seguro". En un comunicado, las jugadoras piden a la RFEF cinco cambios: la reestructuración del organigrama de fútbol femenino y la del gabinete de la presidencia y secretaría general, la dimisión del presidente de la RFEF, cargo que ahora ocupa de manera interina Pedro Rocha, y la reestructuración del área de comunicación y marketing, así como de la dirección de integridad.

Las futbolistas subrayan que son "profesionales" y lo que más "los llena de orgullo" es vestir la camiseta de la selección y, dicen, "llevar a nuestro país siempre a los lugares más altos". Por esta razón, aseguran, "creemos que es el momento de luchar por mostrar que estas situaciones y prácticas no tienen cabida en nuestro fútbol ni en nuestra sociedad, que la estructura actual necesita cambios y lo hacemos para que las próximas generaciones puedan tener un fútbol mucho más igualitario y a la altura de lo que todos merecemos", denunciaban al comunicado.