Los Juegos del Mediterráneo que se celebran en Tarragona no empezaron con buen pie, con una ceremonia de inauguración deslucida por la poca asistencia y la sospecha, desmentida por el alcalde Ballesteros, que el público hubiera sido seleccionado por su ideología españolista.

Con el paso de los días, y a pesar de los esfuerzos por llenar las graderías, lo cierto es que la asistencia a las diferentes propuestas deportivas es muy minoritaria, y a eso, ahora se suman algunos errores, como lo que pasó ayer al final de una de las pruebas.

Según indica el Comité Olímpico Francés, por un "error de protocolo" no sonó 'La Marsellesa' a la hora de entregar las medallas y el público francés asistente lo solucionó improvisando su himno nacional.