Mala fortuna, algunas imprecisiones y esperanza. El Nàstic de Tarragona cae por 3-1 en el Sadar contra el Osasuna. En Pamplona los tarraconenses han estado flojos, con muchos errores defensivos, pero con un poco de esperanza final gracias al gol de Jean Luc.
Dos goles de Mikel Merino han condenado al Nàstic a una pena más dura de lo que merecía en el tramo final de la primera parte. En ocho minutos los catalanes han perdido todo lo que habían ofrecido, las ocasiones que habían creado y el buen juego que habían hecho.
En el minuto 33 el extremo navarro abría el marcador con un gol venido del córner. La pelota parada es una de las armas del Osasuna y así lo han demostrado. Antes de la media parte, en el minuto 41, Merino ha marcado el segundo gol. Un mal rechace del portero Reina ha facilitado el gol del extremo navarro. Mala fortuna en dos ocasiones aisladas y el partido se complicaba mucho.
Nuevo golpe duro y esperanza
Un Nàstic muy tocado ha empezado la segunda mitad muy impreciso. Las pasadas no llegaban donde tenían que llegar y crear ocasiones costaba mucho. En el minuto 58, Kodro hacía ver las peores pesadillas de los aficionados grana y hacía el 3-0. Un resultado impensable antes de empezar el partido.
Aun así, los cambios han aportado aire fresco a los tarraconenses. Jean Luc ha entrado en el 61 y con treinta minutos ha tenido suficiente para hacer todo lo que su equipo no había sido capaz de hacer. Las ocasiones pasaban por sus botas y las jugadas las dirigía él. Diez minutos sobre el terreno de juego le han bastado para marcar el 3-1; el gol de la esperanza.
Las tornas se han vuelto y ahora era el Nàstic quien creaba el peligro. Nuevas ocasiones de los grana e, incluso, un gol anulado.
Todo se decidirá en Tarragona
La vuelta será el sábado a las 19h en el Nou Estadi. La guerra no ha acabado. El Nàstic está más vivo que nunca.