Deportivamente el Barça está en la dirección adecuada, pero no parece tener los mismos éxitos fuera de los terrenos de juego. Ousmane Dembélé no deja de destacar por su mala actitud, por llegar tarde a los entrenamientos y por alguna falta grave de disciplina. Pero ahora afloran otros problemas extradeportivos que comparte con algún compañero más del primer equipo.
Que los futbolistas tienen muy buena sintonía es evidente sobre el césped, pero tres de ellos comparten una afición que el club no tiene intenciones de dejar que les vaya de las manos.
Según informa el programa El Chiriguito del canal Mega, se explica como el mismo Dembélé, además de Samuel Umtiti y Arthur Melo, tienen una adicción: los videojuegos. Por este motivo insinúan que el Barça se ha propuesto fichar a un psicólogo para controlar los comportamientos de los futbolistas y evitar que los ímputs de fuera del fútbol los distraigan de su trabajo.
Una información que se explica con contundencia en el programa de Josep Pedrerol y que no hace más que confirmar ciertas actitudes de algunos futbolistas. Nuevamente Dembélé es uno de los señalados y este hecho no le hace ningún bien.
De momento, ahora vienen seis semanas de competición con ocho partidos antes del parón de Navidad y antes de acabar el 2018. El objetivo es conseguir acabar el año como líderes de la Liga, pasar de ronda en la Copa del Rey y seguir sumando victorias en la Champions League.