En el Barça comienzan a tener serias dudas respecto de Ferran Torres y su nivel. El extremo, que llegó como una apuesta estratégica para reforzar el ataque, vuelve a generar dudas por sus errores en momentos clave y su falta de precisión en acciones determinantes de cara a portería. Y es que su actuación ante el Chelsea, con un fallo estrepitoso que marcó el partido de forma casi definitiva, ha terminado de encender las alarmas en el conjunto blaugrana.

Un rendimiento a la baja que desespera al Barça

De este modo, en el Barça crece la sensación de cansancio ante la falta de acierto y continuidad de Ferran Torres. Además, a pesar de que ante el Alavés fue suplente. En los pocos minutos que disputó, no aportó nada relevante al juego ni cambió el ritmo del encuentro como debía. Su irregularidad, sus desconexiones y su falta de delicadeza en los metros finales están generando un desgaste profundo. En el Barça preocupa tanto su rendimiento como el impacto interno de seguir apostando por un jugador que no termina de responder al nivel exigido.

Ferran Torres Barca
Ferran Torres Barca

Deco no está convencido con Ferran Torres

Y es que la figura de Deco se vuelve clave en este escenario. El director deportivo culé no está satisfecho con el nivel actual del atacante y empieza a considerar seriamente la posibilidad de venderlo si llega una oferta cercana a los 40 millones de euros. No se trata únicamente del rendimiento futbolístico, sino también del equilibrio económico y deportivo del club. Para Deco, mantener a un jugador que no despega podría ser más perjudicial a medio plazo que aceptar una buena venta.

De este modo, dentro del vestuario preocupa que la situación con Ferran Torres pueda generar tensiones internas. Su rol menguante, las dudas sobre su influencia y el descontento de algunos compañeros crean un ambiente que no ayuda al equipo. En el Barça no quieren que la situación se enquiste ni que su continuidad genere más problemas de los necesarios. La realidad es que la opción de una venta por 40 millones ya no parece una idea lejana. Ferran ha tenido oportunidades, minutos y confianza, pero no ha logrado consolidarse como un jugador determinante. El equipo necesita futbolistas que resuelvan partidos, no que aumenten la incertidumbre.

Así pues, Deco comienza a aceptar que quizá ha llegado el momento de una decisión firme: escuchar ofertas y valorar seriamente la salida de un jugador que, por ahora, no convence ni dentro ni fuera del campo.