La carrera de Le Mans de este fin de semana dejó imágenes espectaculares, decisiones estratégicas complejas y un podio que, para muchos, tuvo sabor a victoria. Marc Márquez, segundo tras una auténtica prueba de resistencia mental, salió reforzado no solo en lo deportivo, sino también en lo emocional. Sin embargo, no todo el mundo dentro de Ducati compartió ese entusiasmo. El gesto frío y distante de Luigi Dall’Igna, director general del equipo, ha encendido las alarmas.

Mientras Marc celebraba al cruzar la meta a 19 segundos del ganador, Johann Zarco, las cámaras captaron a Dall’Igna en una actitud inusualmente impasible. Sentado, sin inmutarse, mientras el resto del equipo festejaba, su silencio habló más que mil palabras. Y no tardaron en surgir las especulaciones.

Gigi Dall'Igna Ducati MotoGP Americas / Foto: Europa Press
Gigi Dall'Igna Ducati MotoGP / Foto: Europa Press

Dall’Igna despierta sospechas en el padock

La explicación que más fuerza ha tomado es que Dall’Igna estaría molesto al sentir que está fallando a Pecco Bagnaia por dedicar más esfuerzos a Marc. El excelente rendimiento de Márquez, sumado al creciente protagonismo mediático, ha hecho que muchos dentro del paddock vean un giro de prioridades. Pecco Bagnaia, el campeón del mundo y apuesta principal de Ducati, se está viendo superado por un Marc que está demostrando ser más competitivo en momentos clave.

En la misma carrera, Márquez explicó para el diario As que las primeras vueltas fueron mentalmente agotadoras y que la clave fue mantener la concentración sin asumir riesgos innecesarios. Tomó decisiones estratégicas milimétricas, como seguir a Álex Márquez y entrar a boxes justo cuando era necesario. Aunque no ganó, su segunda posición le permite escalar hasta el primer lugar en la general, 22 puntos por encima del segundo, su hermano Álex. El propio Marc lo resumió: “Hoy era fácil fallar, y no he fallado. Ésa era mi principal lucha”.

Marc Márquez beso podio Le Mans / Foto: EFE
Marc Márquez podio Le Mans / Foto: EFE

Marc Márquez celebra el segundo puesto como una victoria

Pero mientras el catalán se mostraba satisfecho y se preparaba para cenar y entrenar con su hermano, en Bolonia no todo eran sonrisas. Las imágenes de Dall’Igna, frío, serio y ajeno a las celebraciones, han sido interpretadas como una señal de tensión interna. Se dice que siente que está fallando a Pecco, y que el crecimiento de Márquez puede estar generando una lucha de poderes en la estructura Ducati.

No es la primera vez que la política interna de los equipos influye en la pista. Aunque Marc Márquez insiste en que su objetivo es trabajar por y para el equipo, su carisma, inteligencia táctica y capacidad de lucha están empezando a generar incomodidad en ciertos sectores del box italiano.