A sus 37 años, Cristiano Ronaldo sigue marcando goles allá donde va. Salió del Real Madrid con 34 años dejando su propio listón por las nubes. Pero lejos de vivir en la sombra de sus números en el Santiago Bernabéu, siguió marcando goles con la Juventus de Turín y ahora en Old Trafford con el Manchester United.

Cristiano quiere dar los últimos pasos de su carrera y dejar sus últimas actuaciones en el primer nivel en uno de los clubs que lleva en el corazón, pero a pesar de mostrarse feliz en Inglaterra, su deseo principal no era este. Cuando el astro portugués salió del Real Madrid hacia la Juventus, lo hizo sin un despido ante toda la afición como él hubiera deseado.

Cristiano Ronaldo Sancho Manchester United EFE

Cristiano Ronaldo, celebrando un gol con el Manchester United / Europa Press

La espina clavada de Cristiano Ronaldo

El de Funchal fue el ídolo merengue durante nueve años y partido tras partido, los unos celebraban sus goles y el otro disfrutaba al sentir como el estadio entero sintonizaba el grito característico de su emblemática celebración cuando marcaba goles. Lo hacían al mismo tiempo, todo funcionaba. Se sentía en casa. Ahora no le falta calor en Old Trafford, pues también es considerado un referente, pero la espina pintiparada de Ronaldo es no haber podido despedirse del aficionado del Real Madrid.

De esta manera, cuando Cristiano Ronaldo abandonó la Juventus en el último verano, su agente Jorge Mendes lo ofreció a Florentino Pérez. El presidente, madridista número uno, aceptó sin lugar a dudas ante la posibilidad de complacer la afición por|para poco más de 10 millones de euros. A pesar de eso, un integrante del vestuario pidió explícitamente que no volviera y Florentino le hizo caso.

Cristiano Ronaldo presentación Real Madrid

Cristiano Ronaldo, durante su presentación en el Santiago Bernabéu / Real Madrid

Ancelotti fue el verdugo de Cristiano Ronaldo

En su vuelta al banquillo del Santiago Bernabéu, Carlo Ancelotti quería llevar la voz cantante del vestuario. Durante su pasado, ya tuvo que lidiar con figuras como la de Sergio Ramos o la del propio Cristiano y suficiente fue para él. Ahora, ha querido asumir el control total del vestuario y hay que decir que las cosas no le están yendo nada mal a pesar de negar la vuelta de uno de los mejores jugadores de la historia del club.

Con todo, Ancelotti sigue ejerciendo el rol de líder que tanto deseaba con las decisiones que había tomado a principio de temporada y hay para todos. No solo ha sido Cristiano el perjudicado del carisma del técnico de Reggiolo. Isco Alarcón y Dani Ceballos, protagonizaron actos de rebeldía al negarse a entrar en el campo en los últimos minutos de partido. Isco lo hizo en Granada y Ceballos lo hizo contra el Alcoyano. Ancelotti, ha castigado a uno y próximamente lo hará con el otro.