La Juventus perdió este domingo la Supercopa de Italia contra la Lazio. Una decepción para la afición bianconera pero también para Cristiano Ronaldo, que vio cómo volvía a pasar desapercibido en una final con su actual equipo. Sin marcar, sin ser importante y sin tener uno bueno perder.

Aunque la imagen del día fue la de los futbolistas de la Lazio levantando el título de campeones, en el momento de las entregas de medallas se vio otra imagen curiosa. Cristiano, fastidiado por no haber conseguido el título, se quitó y dejó de lado el obsequio que le colgaron del cuello en el estadio de la Universidad Rey Saúd de Riad.

Una acción que no es la primera vez que hace un futbolista después de perder una final, ya que en aquel mismo partido otros compañeros suyos también se quitaron la medalla. Pero igual que cuando se gana se celebra, también se tiene que saber perder. Los valores del deporte tienen que estar por encima de todo.