Philippe Coutinho es el nombre propio del barcelonismo en los últimos días. Criticado, pitado y redimido en los últimos partidos, ha visto cómo la afición se ha puesto en su contra y él ha desafiado.

Después de marcar contra el Manchester United en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions se tapó los oídos diciendo uno claro "a tomar por el culo". Y en el partido contra la Real Sociedad oyó como la afición lo silbaba después de entrar al campo en la segunda mitad del partido jugado en el Camp Nou.

Las emociones son contrarias. Coutinho, que supuestamente quiere triunfar en el Barça y explicar porque ha sido el fichaje más caro de la historia del club, es exigido como el que más. Y sobre el césped en un año y tres meses desde su llegada, no ha conseguido demostrar nada.

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Esta vez no ha hablado ni ante la prensa, ni en los medios del club, sino que lo ha hecho en una entrevista con el youtuber Koko como parte de un acto comercial de la marca de coches Nissan. Coutinho se ha confesado sobre su polémica celebración tapándose las orejas, dando parte de culpa a las críticas a la prensa: "Yo siempre he sido una persona con con respecto a todos, y bien, acá mucha parte de la prensa, cuando no tengo este respeto, como trabajo y como me dedico a los partidos y a los entrenamientos".

Unas palabras que quieren calmar las aguas, pero que no acaban de dejar el mar plano. "Fue como una liberación, para que vieran que muchas veces me tengo que tapar los oídos para poder hacer mi trabajo", añade.

Y ahora sólo piensa en pasar página, reconciliarse con la afición y reencontrarse con su exequipo, el Liverpool, en la Champions: "Será alguna cosa especial. Estoy ansioso para que llegue este momento".