El Real Madrid sigue liderando con paso firme. Este sábado, tras una plácida victoria contra el Espanyol (2-0), el equipo dirigido por Xabi Alonso sumó su quinta victoria de la temporada, pero mientras todo permanece estable en el aspecto deportivo, dentro del vestuario, el grupo mantiene una lucha constante para redirigir el comportamiento de Vinicius Júnior.

Mientras que las provocaciones contra el jugador se siguen sucediendo a cada estadio al que va con los ya típicos cánticos de "balón de playa", el futbolista brasileño ya ha dejado la primera imagen de la temporada en la que pierde los papeles. Fue el pasado 24 de agosto en el campo del Oviedo, cuando Vini se dirigió a la afición del Carlos Tartiere con una señal con el puño cerrado y levantando dos dedos, seguida de un gesto señalado hacia abajo. Dicho de otra manera, Vinicius se refirió a un descenso a Segunda.

Vinícius, durante el Oviedo - Real Madrid de Liga / Foto: Europa Press
Vinicius, durante el Oviedo - Real Madrid de Liga / Foto: Europa Press

En el Real Madrid, hartos de Vinicius

No es difícil reconocer el significado del gesto que hizo Vinicius, pero es todavía más fácil teniendo en cuenta que el carioca ya lo había hecho anteriormente y que, viniendo de él, solo podía significar una cosa. Además, lo hizo cuando el marcador era de 2-0 y el partido ya estaba resuelto, hecho que le suma incongruencia al asunto porque el 7 merengue ya tenía los deberes hechos con su equipo.

Fue tal la actitud mezquina de Vinicius Júnior que incluso Thibaut Courtois, a través de las redes sociales, respondió a su compañero de equipo de manera indirecta, pidiendo disculpas implícitas por otro comportamiento lamentable de Vinicius. En primer lugar, Courtois alabó "el recibimiento" por parte de la afición asturiana al Real Madrid, afirmando que "hacía mucho que no jugábamos aquí y para ellos significa mucho".

Acto seguido, el portero belga subrayó que los seguidores del Oviedo "son una gran afición y un gran estadio para jugar en Primera", acabando con la explicación que "en Oviedo hay mucha gente que es del Real Madrid". Sin duda, unas palabras que quedaron claro que servían de justificación de la actitud de Vinicius, que volvió a ponerse en evidencia, precisamente, en un contexto aparentemente tranquilo.

Y Rodygo, en el banquillo

Durante la pasada temporada, las constantes polémicas protagonizadas por el extremo brasileño pusieron el foco sobre su figura porque, además, su rendimiento sobre el terreno de juego había bajado. Ahora, sin brillar en exceso, pero habiendo recuperado de manera ligera registros realizadores, el debate sobre su futuro en el Real Madrid parece haber quedado anestesiado. En cualquier caso, con Rodrygo en el banquillo y jugando muy poco, parece claro que el club ya ha tomado una decisión que será difícilmente reversible.