El ambiente en el Real Madrid está cargado. Muy tenso. Muy frágil. La derrota ante el Celta ha dejado heridas profundas. Y el calendario no perdona. Llega el Manchester City. Llega Pep Guardiola. Llega el partido que puede cambiarlo todo. El encuentro que puede decidir el futuro del banquillo blanco.

En el vestuario hay división. Un grupo de jugadores no comulga con las ideas del míster. Algunos como Fede Valverde incluso han expresado su descontento en rueda de prensa.

Otros, en cambio, sí muestran compromiso con el míster. Kylian Mbappé es uno de ellos. Y también Thibaut Courtois. El meta incluso ha intervenido en ocasiones para rebajar tensiones, poniendo el compromiso con el club y con la camiseta por encima de las discrepancias que pueda haber con el entrenador y sus formas.

Thibaut Courtois
Thibaut Courtois

Courtois manda un aviso a Xabi Alonso

Pero Alonso tampoco se ha librado de la opinión del guardameta.  El belga ha dado un paso al frente. Como capitán. Como líder. Como voz autorizada del vestuario. Y lo ha hecho para expresar a Xabi Alonso algo que ya se intuía entre líneas: el equipo no está cómodo. No está convencido. No está conectado con lo que propone.

Courtois siempre ha sido un jugador prudente. Medido. De mensajes pausados. Pero la situación del equipo le ha obligado a actuar. El guardameta ha mantenido varias conversaciones con el técnico. En privado. Y le ha dicho lo que muchos piensan. Que el equipo está desbordado. Que los jugadores están confundidos. Que el método actual está generando más tensión que soluciones. Y eso se nota en el campo. La desmotivación es absoluta.

El cambio respecto a la etapa de Carlo Ancelotti ha sido radical. Con el italiano había equilibrio. Había confianza. Había libertad. Cada futbolista sabía qué se esperaba de él. Existía un margen para la creatividad y para la intuición. Con Alonso, en cambio, todo gira alrededor del control. Del detalle. De la corrección constante. Hay vídeos de media hora. Hay drones. Hay marcajes, posiciones y rutas milimétricas. Y también repetición de ejercicios hasta la saciedad. Una metodología intensiva que algunos asumen bien. Pero que otros sienten como una carga.

Courtois lo ha visto de cerca. Y lo ha dicho sin rodeos. El grupo necesita aire. Necesita soltarse. Necesita recuperar la naturalidad que siempre ha caracterizado al Real Madrid. Una plantilla repleta de jugadores capaces de decidir partidos sin necesidad de una pizarra excesivamente rígida.

Xabi Alonso
Xabi Alonso

Si nada cambia contra el City, Alonso está sentenciado

Figuras como Vinícius, Bellingham o Valverde llevan semanas desquiciados con cambios constantes y ajustes que no terminan de cuajar. Planes que se modifican sobre la marcha. Un caos táctico que ha derivado en un equipo previsible, lento y sobreanalizado. Y Courtois considera que así no se puede competir contra el City. Ni contra nadie.

El portero lo ha verbalizado con claridad. El Madrid necesita libertad. Necesita personalidad. Necesita volver a jugar como el Madrid. Porque, de lo contrario, el partido de Champions puede convertirse en un golpe definitivo. Un golpe que recaerá directamente sobre Xabi Alonso.