Momento esperado desde hace unos días en el Camp Nou y que confirma la justicia en el mundo del fútbol. Este sábado antes del partido entre el Barça y el Mallorca, Leo Messi mostró a los seguidores culés el sexto Balón de Oro conseguido el lunes en París. Y lo hizo entre una grana ovación por un premio que hacía tiempo que se merecía volver a ganar.

Pero los protagonistas, aparte del reluciente trofeo, fueron los tres hijos del astro argentino. Thiago, Mateo y Ciro pisaron el césped del estadio blaugrana para llevarle a su padre el Balón de Oro y que así la pudiera mostrarlo a su afición. Una imagen muy tierna que no hizo más que hacer más emotivo un acto de cara a la galería del '10' del Barça.

Pero a pesar de la alegría que había dentro de la familia Messi y en el aficionado culé, uno de los hijos, Ciro, el más pequeño, acabó el acto llorando. No estaba acostumbrado a salir en público ni tampoco en ser el centro de las miradas de casi 100.000 espectadores.

Una imagen tierna y emotiva que posteriormente quedó en un segundo plano por la fantasía de Messi. Un hat-trick del argentino, exhibiéndose, y goleada al Mallorca para seguir siendo líderes de la Liga Santander.