El futuro de Fermín López en el mercado internacional ha sufrido un frenazo considerable después de su actuación en Stamford Bridge. El centrocampista del Barça, que venía siendo seguido muy de cerca por el Chelsea, dejó una imagen preocupante en una de las noches más exigentes de la temporada, y eso ha provocado un giro radical en la postura del club inglés. Lo que hace apenas unas semanas parecía una operación muy bien encaminada ahora mismo está completamente paralizada.

El Chelsea se echa atrás tras verlo en directo

Y es que la impresión que dejó Fermín sobre el césped no solo decepcionó al cuerpo técnico del Chelsea, sino también a Todd Boehly, que esperaba ver a un jugador capaz de dar el salto a la Premier League con garantías. Sin embargo, el resultado fue el opuesto: impreciso, nervioso, superado y sin capacidad de dar continuidad al juego del Barça en ningún momento. Los blues consideran que no está listo para soportar el ritmo y la exigencia física de la liga inglesa, donde cada acción se juega al límite.

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Si bien es cierto que Fermín ha demostrado carácter y potencial en su etapa en el Barça, la realidad es que en Londres vieron a un futbolista todavía muy verde para asumir responsabilidades importantes. De este modo, el club inglés ha decidido no acercarse a los 40 millones que parecía dispuesto a pagar hace apenas unos días. Y aún más: en este momento ni siquiera valorarían llegar a esa cifra, porque consideran que el riesgo deportivo sería demasiado elevado.

No lo ven preparado para la Premier League

Y es que lo visto en Stamford Bridge confirmó todas las dudas que tenían en Inglaterra. Fermín estuvo lento en las decisiones, falló pases sencillos y se mostró incapaz de aguantar la presión rival. De este modo, el Chelsea cree que su perfil no encaja en lo que necesitan para reforzar su centro del campo a corto plazo. Incluso las palabras del guardameta Robert Sánchez, analizando el choque, resonaron con fuerza en Londres: "Uno es muy bueno hasta que juega en la Premier League". Una sentencia que el entorno blue ha tomado casi como un diagnóstico futbolístico.

Así pues, la operación ha quedado congelada. El Chelsea se retira por completo de la puja y el Barça pierde a uno de los pocos posibles compradores que estaban dispuestos a realizar una oferta potente por Fermín. Ahora, el club azulgrana deberá decidir si sigue apostando por su crecimiento dentro de la plantilla o si busca otra vía para obtener ingresos en un mercado que, cada vez más, exige rendimiento inmediato y sin margen para jugadores que todavía necesitan una curva de maduración tan pronunciada.