El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula 1 al ganar este domingo el Gran Premio de Australia, la tercera prueba del campeonato, que se disputó en el circuito semi-urbano de Albert Park, donde el mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Red Bull) logró el decimosexto podio de su carrera en la categoría reina, al acabar segundo y con una carrera para olvidar para los pilotos españoles.

Leclerc no tembló con los coches de seguridad

Leclerc, de 24 años, que salió desde la 'pole' tras haber dominado durante la jornada de sábado, firmó su cuarta victoria en F1 -la segunda del año- al ganar de forma clara, demostrando un temple y un control de la carrera que le confirma como un candidato muy serio en este Mundial.

Salió bien y pudo mantener sin apuros la primera posición pero unos metros atrás su compañero en Ferrari, Carlos Sainz, en la segunda vuelta, perdió el control de su monoplaza y sufrió un trompo que dejó su vehículo estancado en la gravilla y fuera de la carrera.

Tuvo que entrar el coche de seguridad y se volvió a compactar todo, pero en la resalida todo siguió igual y Leclerc volvió a volar, demostrando que era complicado que cometiera un error. Pasaban las vueltas sin demasiada historia, pero se encargó Sebastian Vettel de ponerle emoción con un accidente en la vuelta 24 que propició el segundo safety car.

Sainz y Alonso, fuera de los puntos

El beneficiado fue Russell, que había retrasado su primera parada y la hizo con el coche de seguridad, lo que le permitió colocarse arriba y protagonizar una bonita lucha con 'Checo' Pérez por la segunda posición, que se acabaría llevando el mejicano.

Y si eso fue así es, en parte, por un nuevo descalabro del Red Bull del vigente campeón, el neerlandés Max Verstappen. 20 vueltas antes del final, su coche dijo basta y el piloto dijo que algo olía muy mal y empezaba a echar humo, y ante un posible incendio de su motor Honda tuvo que resignarse a abandonar la carrera por segunda vez en los tres GP disputados hasta ahora.

No tuvo más suerte que él Fernando Alonso (Alpine) que acabó decimoséptimo tras ver como los neumáticos se le desgastaban en exceso y tuvo que hacer una segunda parada, no prevista en el plan inicial, que le relegó a ser el último del pelotón y acabar de firmar un fin de semana desesperante, que intentará cambiar en dos semanas, en el circuito italiano de Imola, en el que será el cuarto Gran Premio de la temporada.

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Imagen principal: Charles Leclerc celebra el triunfo en Australia / EFE