Hasta que LeBron James quiera. Los Cavaliers han asaltado el TD Garden en el séptimo partido de las finales de la Conferencia Este y se han convertido en el primer equipo en clasificarse para las Finales de la NBA. La estrella de los de Cleveland ha tirado por la borda una gran temporada de unos Boston Celtics que han pecado de inexpertos en el partido más decisivo de la temporada. James jugará sus octavas Finales consecutivas.

El Game 7 entre Cavaliers y Celtics era el partido número 100 que LeBron James disputaba de forma consecutiva. Un jugador de 33 años que lleva quince temporadas en la élite jugó 46 minutos en el sexto partido y no ha descansado ni uno solo instante en el último compromiso de la misma ronda de playoffs. Teniendo en cuenta eso, sus números de esta noche rozan la locura: 35 puntos, 15 rebotes y 9 asistencias.

La veteranía se impone a la juventud

La hazaña de LeBron James no tiene parangón, y más si se tiene en cuenta que durante todos los playoffs ha estado prácticamente solo. Kevin Love no ha estado a la altura, la irregularidad de J.R. Smith se ha traducido en unas actuaciones bastante deslucidas, Kyle Korver, Tristan Thompson y Larry Nance Jr. han participado pero sus mejores versiones han aparecido con cuentagotas... Y Jordan Clarkson y Rodney Hood han desaparecido de la rotación como consecuencia de un tramo final de curso muy decepcionante.

Tampoco han destacado Jeff Green ni George Hill, aunque en el séptimo partido han decidido ponerse las pilas y ayudar al 'Rey' con una buena aportación ofensiva (el primero anotando 19 puntos y el segundo sólo 6, pero todos en un momento decisivo). Su acierto, sumado a las imprecisiones de los Boston Celtics, ha acabado decantando la balanza a favor de los de Ohio. Los pupilos de Brad Stevens han competido durante todo el partido, pero han echado de menos la veteranía cuando la pilotaba quemaba.

La dinastía continúa

Y es que después de tres cuartos muy igualados en todos los aspectos, el reinado del Este se ha decidido en sólo 12 minutos. Ya no había nada que importara más que lo que pasaba sobre la pista del TD Garden; ambas franquicias se han jugado toda una temporada en un final de infarto. Y, entonces, la experiencia del conjunto comandado por LeBron ha ganado la partida a la juventud de Jayson Tatum, Jaylen Brown, Marcus Smart y compañía.

La seguridad de los visitantes ha contrastado con el nerviosismo de un conjunto local que no ha seleccionado bien sus lanzamientos y, además, tampoco ha estado acertado. Boston había ganado todos los partidos de estos playoffs como local (10/10) y no había perdido nunca ninguna eliminatoria iniciada con un 2-0 a favor (37-0). Pero LeBron James no entiende de datos ni favoritismos. El 'Rey' no abdica y sigue sin dejar escapar el reinado del Este después de ocho años de imperio.