El Real Madrid se encuentra en un momento especialmente convulso debido al incierto rumbo que ha tomado el equipo en esta primera mitad de temporada. Ante esta situación, Dani Carvajal, uno de los capitanes y referentes del grupo, ha dado un paso al frente para señalar una situación que preocupa y mucho. El destinatario no es otro que Jude Bellingham, que debería ser uno de los líderes del equipo en el campo.

Y es que en el club existe la sensación de que el inglés no está ofreciendo el nivel que se esperaba de él esta temporada. Su impacto en el juego ha bajado de forma evidente y su influencia en los partidos ya no marca diferencias como en su primer curso. En Valdebebas se percibe que algo ha cambiado y no pasa desapercibido ni para los jugadores ni para la afición.

Preocupación por el foco de Bellingham fuera del campo

Dentro del vestuario se comenta que Jude Bellingham está más centrado en lo que ocurre fuera del terreno de juego que en el fútbol. Su creciente protagonismo mediático, su vida social y todo lo que rodea a su figura empieza a ser visto como un factor que le está restando concentración en lo que de verdad importa.

Jude Bellingham Reial Madrid

Carvajal, como capitán, ha querido ejercer ese rol que pocos se atreven a asumir y le ha dejado claro que en el Madrid con esto no basta. No se trata de un enfrentamiento ni de una bronca, sino de un toque de atención, de esos que buscan despertar al futbolista y recordarle dónde está y lo que se espera de alguien con su talento y nómina. Bellingham no es el mismo que llegó al Real Madrid. Aquella versión arrolladora, decisiva y con hambre parece haberse diluido en los últimos meses y ya no es el genio que comparaban con Zidane.

El vestuario espera una reacción inmediata

En el equipo hay consenso con que Jude puede y debe dar mucho más. Nadie duda de su calidad ni de su potencial, pero el Real Madrid no espera. Cada partido es una final y los jugadores diferenciales están obligados a aparecer incluso cuando las cosas no funcionan. Carvajal ha hablado en nombre del vestuario y de la afición, reflejando un sentir general. No se cuestiona al futbolista, pero sí se exige un compromiso total. El mensaje es claro: ser estrella del Real Madrid implica responsabilidad constante, dentro y fuera del campo.

Así pues, el toque de atención de Carvajal ha llegado antes que lo haga el Bernabéu, que suele ser más duro al mostrar su enfado. Bellingham está a tiempo de reaccionar, pero el equipo ya le ha dejado claro que necesita volver a ser el jugador que enamoró al madridismo.