La carrera de Bojan Krkic es bastante curiosa. En el 2007, con sólo 17 años, se convirtió en el jugador más joven en marcar con la camiseta del Barça. Entonces sólo era un niño, pero su carrera apuntaba muy alto.

Con el paso de los años, Bojan acabaría teniendo un papel importante en el Barça de un Pep Guardiola que nunca confió en él al 100%. Después de la final de Wembley, cansado de ser suplente, el de Linyola buscó una salida. Ahora, el delantero ha concedido una entrevista a El País donde ha hablado de su pasado como blaugrana, su personalidad y la carrera que poco a poco se ha construido.

En la entrevista, Bojan ha asegurado que no le gusta ser famoso, "al contrario, yo soy de mi pueblo, no me interesa convertirme en quien no soy". El futbolista leridano también ha explicado qué le dijo Frank Rijkaard, el hombre que lo hizo debutar, cuando llegó al primer equipo del Barça: "en este tipo de vestuarios te tienes que hacer respetar", pero "yo tenía 16 años y estaba jugando con mis ídolos", ha añadido.

La parte más reveladora, sin embargo, ha llegado hablando de su personalidad. Bojan ha asegurado que en las categorías inferiores "notaba envidias, las sentía, pero pensaba que todo sería distinto en el mundo profesional", y ha añadido que "desde el primer día me han dicho que tengo que ser más hijo de puta, pero nunca he podido".

Sobre su carrera, que ha ido de más en menos de manera indiscutible, Bojan ha sido claro: "me pusieron la etiqueta de ser el nuevo Messi, y si no la cumples eres uno fracasado. Pero he jugado en el mejor Barça de la historia, al Milan, en la Roma... ¿cuántas personas sueñan al tener una carrera así?"