Rumanía es, junto a EspañaEslovaquia, Grecia y Chipre, uno de los 5 estados de Europa que a día de hoy siguen sin reconocer la independencia de Kosovo. Y este hecho se ve reflejado en el fútbol. La selección kosovar ya lo sufrió cuando le tocó jugar en España, que empleó todas las artimañas posibles para demostrar que no reconoce al estado de Kosovo, hasta el punto de que en los comentarios de televisión se la denominó en todo momento como "Federación de Fútbol de Kosovo".

Y en esta ocasión, el bochorno se ha trasladado a Bucarest, donde Rumanía recibía a Kosovo en un partido correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa de Alemania 2024. Ya en el momento de los himnos se ha visto que habría problemas. Y es los ultras rumanos no han respetado el himno de Kosovo, gritando "Serbia, Serbia". Y en el minuto 19, los jugadores kosovares han decidido parar el partido e irse a los vestuarios. El motivo ha sido una pancarta de la grada en la que ponía "Kosovo es Serbia". A todo ello se han añadido los gritos de "Serbia, Serbia", que poco a poco se han ido extendiendo por toda la grada.

Partido suspendido durante 1 hora

A pesar de los intentos de los propios jugadores de Rumanía de calmar a sus aficionados, el ambiente hostil se ha mantenido, por lo que los jugadores de Kosovo se han ido a los vestuarios. Se ha iniciado entonces una negociación sobre el propio terreno de juego para intentar calmar los ánimos. Finalmente, después de una hora, todo ha vuelto a la normalidad y los jugadores de Kosovo han vuelto al terreno de juego, para reanudar el encuentro. 

El ambiente general, sin embargo, ha seguido siendo el de la crispación, hasta el punto de que Muriqi, delantero kosovar del Mallorca, ha sido expulsado justo antes del descanso.

Rumanía Kosovo / Foto: EFE
Los jugadores de Kosovo, retirándose del terreno de juego / Foto: EFE

Stanciu rompe la resistencia kosovar

En la segunda parte, en un ambiente hostil y con un jugador menos, Kosovo ha resistido como ha podido, hasta el punto de que Arijanet Muric, su portero, ha tenido que parar un penalti a lanzamiento de Stanciu para mantener viva la esperanza de sumar algún punto de su visita a Rumanía. Y es que los locales necesitaban los 3 puntos para evitar que Israel la superara en la clasificación, una segunda posición que va a estar muy disputada.

El tramo final ha sido un monólogo de Rumanía, que buscaba desesperadamente el gol de la victoria. Kosovo, con todo en contra, ha resistido hasta los últimos minutos, pero finalmente Stanciu se ha sacado la espina por el penalti fallado y ha logrado un gol que puede ser clave en la lucha por la segunda posición que da acceso a la Eurocopa del próximo verano. Y ya en el descuento, Mihaila ha sentenciado (2-0). La vergüenza, sin embargo, ya era irreparable.