El futuro de Bernardo Silva vuelve a encender los focos en Europa. El centrocampista portugués, pieza clave en los mejores años del Manchester City de Pep Guardiola, ha perdido protagonismo esta temporada, y el propio futbolista considera que ha llegado el momento de cumplir un deseo que lleva demasiados veranos aplazando: vestir la camiseta del Barça. Ese anhelo pesa más que nunca, hasta el punto de que el jugador ya ha transmitido al club inglés que facilite su salida en el próximo mercado.
Bernardo quiere acelerar su llegada al Barça
La realidad es que en el City ya no tiene el rol determinante de otras campañas. Y es que Bernardo Silva siente que, pese a su enorme calidad, su presencia ha sido cada vez más secundaria, algo que no encaja con su ambición ni con su visión del tramo final de su carrera. De este modo, el portugués ha pedido directamente que, si existe la posibilidad, se le permita abandonar Manchester este mismo mes de enero, aunque entiende que el club no dará luz verde a una operación a mitad de curso.
Y es que el futbolista vive una situación peculiar: su contrato finaliza en verano, por lo que, si no se produce un acuerdo amistoso, podrá salir completamente gratis. Así pues, desde el entorno del jugador lo tienen claro: o el City le abre la puerta en enero por una cifra simbólica, o deberán asumir que lo perderán en junio sin recibir ni un solo euro. Y el Barça, por supuesto, sigue esta jugada con enorme interés.
El Barça lo ve como el mejor socio y recambio de Pedri
En el club azulgrana la valoración es unánime: Bernardo Silva es un futbolista ideal para encajar en el proyecto. Su capacidad para jugar por dentro, su inteligencia para organizar el juego y su facilidad para adaptarse a distintas alturas del campo lo convierten en el relevo perfecto para Pedri, cuya gestión de minutos se ha convertido en asunto prioritario en el vestuario y en los despachos.
La realidad es que en el Barça se vería con muy buenos ojos su llegada a coste cero, pero tampoco se descarta un traspaso mínimo en enero si el City finalmente cede. En los despachos del Camp Nou existe la convicción de que el portugués puede aportar un salto competitivo inmediato, además de una madurez técnica que equilibra al equipo en partidos de máxima exigencia. Así pues, la pelota vuelve a estar en el tejado del Manchester City, que deberá decidir si ayuda a un futbolista histórico a cumplir su sueño o si prolonga una situación destinada a terminar inevitablemente en Barcelona.
