La Superliga está haciendo temblar el mundo fútbol como pocas otras veces. Doce clubs se pusieron en contra del formato de las competiciones de la UEFA, y ahora sólo quedan tres. Barça, Real Madrid y Juventus siguen defendiendo su competición.

En el día de ayer la UEFA anunció que los tres clubs que todavía no han renunciado a la Superliga serían sancionados. Además, tendrían que aceptar renunciar al 5% de los ingresos de la próxima temporada por las competiciones europeas y que realizarán una donación conjunta de 15 millones de euros destinados a los niños, a los jóvenes y al fútbol base.

Incluso, en las últimas horas la Cope había afirmado que la UEFA se planteaba expulsarlos dos temporadas de las competiciones europeas. Pero a pesar de las constantes presiones y amenazas, los tres clubs en cuestión se defienden. Y lanzan un serio aviso: "Esto es inaceptable en un estado de derecho y los Tribunales ya se han pronunciado sobre el proyecto de la Superliga ordenando a FIFA y UEFA, con rotundidad, que se abstengan mientras se tramita el procedimiento judicial, directamente o a través de sus entidades afiliadas, de realizar cualquier actuación que pueda penalizar a los clubes fundadores o que vaya contra la Superliga, reconociendo de este modo la apariencia de buen derecho de dicha iniciativa".

Ceferin Agnelli UEFA Juventus / Europa Press

Aleksander Ceferin y Andrea Agnelli / EuropaPress

En defensa de la Superliga

Barça, Real Madrid y Juventus han emitido un comunicado conjunto en el cual defienden el proyecto de la Superliga y piden un "diálogo constructivo" para "aportar soluciones al ecosistema del fútbol". También explican que han recibido y siguen recibiendo "presiones, amenazas y ofensas" para que abandonen la idea de la nueva competición.

Sin embargo, también reconocen que sólo tirarían adelante la competición si la competición era "reconocida por la UEFA y/o la FIFA", y podían tener las garantías de seguir compitiendo en sus respectivas competiciones nacionales. A todo esto, dicen que la UEFA y la FIFA "han rehusado establecer canal de comunicación adecuado alguno".

Los tres clubs defienden que esta idea de la Superliga es para "aportar estabilidad financiera a toda la familia del fútbol europeo", que actualmente está tocada por culpa de la pandemia del coronavirus.

Barça, Real Madrid y Juventus explican su postura de "debatir, desde el debido respeto, sin presiones del todo intolerables y con respeto al Estado de Derecho, las soluciones más apropiadas para la sostenibilidad de toda la familia del fútbol".

Messi Joan Laporta / FC Barcelona

Joan Laporta saludando a Leo Messi / FC Barcelona

El comunicado conjunto de Barça, Real Madrid y Juventus

En relación con el comunicado emitido el 7 de mayo por UEFA con respecto a la Superliga y la posición adoptada por 9 de sus clubes fundadores, el Futbol Club Barcelona, la Juventus de Turín y el Real Madrid Club de Fútbol manifiestan lo siguiente:

·(i) Los clubes fundadores de la Superliga han recibido - y continúan recibiendo – presiones, amenazas y ofensas para que abandonen el proyecto y su responsabilidad y derecho de aportar soluciones al ecosistema del fútbol a través de propuestas concretas fruto del diálogo constructivo. Esto es inaceptable en un estado de derecho y los Tribunales ya se han pronunciado sobre el proyecto de la Superliga ordenando a FIFA y UEFA, con rotundidad, que se abstengan mientras se tramita el procedimiento judicial, directamente o a través de sus entidades afiliadas, de realizar cualquier actuación que pueda penalizar a los clubes fundadores o que vaya contra la Superliga, reconociendo de este modo la apariencia de buen derecho de dicha iniciativa.

·(ii) El proyecto de la Superliga fue diseñado de forma conjunta por sus 12 clubes fundadores:

  • a. con el objeto de aportar soluciones a la situación insostenible que atraviesa actualmente la familia del fútbol; los 12 clubes fundadores, así como diversos actores del fútbol europeo, han mostrado su profunda preocupación ante la actual coyuntura socioeconómica, considerando que resulta imprescindible emprender reformas estructurales destinadas a garantizar la sostenibilidad de nuestro deporte. Por ello, el pasado 18 de abril, los 12 clubes fundadores anunciaron su voluntad de crear la Superliga y de establecer un canal de comunicación con UEFA y FIFA, con un espíritu constructivo y de colaboración entre las partes, tal y como les fue notificado en dicha fecha;
  • b. desde el máximo respeto a las estructuras actuales del fútbol y su ecosistema; en este sentido, los clubes fundadores acordaron expresamente que la Superliga sólo tendría lugar si dicha competición resultaba reconocida por UEFA y/o FIFA o si, en virtud del ordenamiento jurídico aplicable, fuera reconocida como una competición compatible a todos los efectos con la continuidad de los clubes fundadores en sus respectivas competiciones nacionales. Sin embargo, y pese a ser conocedores de dichos términos, UEFA y FIFA han rehusado establecer canal de comunicación adecuado alguno; y
  • c. para aportar estabilidad financiera a toda la familia del fútbol europeo, actualmente afectado por una profunda crisis que amenaza la supervivencia de muchos clubes; muestra de ello, el compromiso asumido por la Superliga de abonar pagos anuales de solidaridad que multiplican materialmente los ofrecidos por UEFA, y la obligación de reforzar las reglas de sostenibilidad financiera mediante la creación de un sistema de control claro, transparente y eficaz verificado por expertos.

·(iii) La Superliga era entendida por los 12 clubes fundadores como una oportunidad única para ofrecer a los fans de todo el mundo el mejor espectáculo posible y aumentar el interés global por el deporte, que se enfrenta a nuevas tendencias generacionales que amenazan su futuro. Por otra parte, también tenía como objeto primordial impulsar el fútbol femenino a nivel global, una oportunidad histórica para su promoción. 

·(iv) Somos plenamente conscientes de la diversidad de reacciones, en muy diversos ámbitos, que ha producido la iniciativa de la Superliga y, en consecuencia, de la necesidad de reflexionar sobre los motivos que han generado dichas reacciones y reconsiderar el planteamiento propuesto en lo que resulte necesario. Sin embargo, incurríamos en una grave irresponsabilidad si, siendo conscientes de las necesidades y crisis sistémica del sector del fútbol, circunstancia que nos llevó a anunciar la Superliga, abandonáramos nuestra misión de aportar soluciones eficaces y sostenibles y respuestas a las cuestiones que amenazan al fútbol.

·(v) Lamentamos profundamente que nuestros amigos y socios fundadores del proyecto de la Superliga se encuentren inmersos en una postura incoherente -e inconsistente- tras asumir en el día de ayer ciertos compromisos con UEFA. Sin embargo, dado que los problemas materiales que llevaron a los 12 clubes a anunciar la Superliga hace unas semanas no han desaparecido, reiteramos que, por respeto a nuestra historia, por nuestra responsabilidad ante nuestros socios y aficionados, por la sostenibilidad financiera del deporte y por el bien del fútbol, tenemos el deber de actuar con responsabilidad y de perseverar en la búsqueda de soluciones, pese a las inaceptables presiones y amenazas que continuamos recibiendo de UEFA. 

·(vi) En conclusión, reiteramos ante FIFA, UEFA y todos los actores del fútbol, como ya hemos hecho en diversas ocasiones desde el anuncio de la Superliga, nuestro compromiso y firme voluntad de debatir, desde el debido respeto, sin presiones del todo intolerables y con respeto al Estado de Derecho, las soluciones más apropiadas para la sostenibilidad de toda la familia del fútbol.

 

Imagen principal: Fotomontaje de la Superliga / Àlex Sanmartín