Hace 50 años que el FC Barcelona disputó su primer partido oficial en Turín. Perdió 2-1 contra la Juventus de Bettega, en un partido correspondiente a la Copa de Ferias. Aquel día, sin saberlo, el Barça inició un maleficio, el de no conocer la victoria en la capital del Piamonte, una mala racha que ha terminado este miércoles, cuando los blaugrana, por fin, han podido dejar su sello en el nuevo coliseo bianconero, el precioso y ultramoderno Juventus Stadium, que sin público por la pandemia del coronavirus ha sido testigo de excepción de un vendaval de fútbol como hacía tiempo que el culé no disfrutaba.
De Platini a Roberto Baggio: clasificaciones sin victoria
El maleficio iniciado por Bettega, Capello y compañía lo alargaría 16 años años después Platini, que marcó en Turín para evitar la derrota bianconera (1-1), un empate insuficiente para la Juve, pues el que pasó de ronda en la Copa de Europa fue el Barça, pero válido para mantener el bagaje negativo blaugrana en territorio piamontés. Luego llegarían Sevilla y el Steaua, pero eso ya es otra historia, por suerte.
Y algo parecido pasó en el tercer predecente, en las semifinales de la Recopa de la campaña 1990/91. Después de un 2-1 en el Camp Nou, la Juve se quedó a las puertas de la remontada tras un gol de Roberto Baggio y mucho agobio. El Barça perdió en Turín y llegó a la final, donde cayó ante el Manchester United de Hugues (2-1).
Dybala, la noche del 2018 en la que destrozó al Barça (3-0) / EFE
De la noche que Dybala destrozó al Barça al día del resarcimiento
Y en los tres siguientes precedentes se fue repitiendo la historia. Primero, en la Champions 2002/03, en la que el Barça sacó un meritorio empate 1-1 ante una imponente Juventus, donde jugaban Nedved y Del Piero. En el Camp Nou, desgraciadamente, los italianos se llevaron la eliminatoria, en la prórroga.
Y más recordado fue la siguiente visita del Barça a Turín, ya en el nuevo estadio. Tras la histórica remontada contra el PSG (6-1), el equipo de Luis Enrique se las prometía muy felices, pero los bianconeri, liderados por un Dybala descomunal, venció 3-0, en un duelo en el que Mathieu, la sorpresa de Lucho en el once, naufragó estrepitosamente.
Messi, regateando a Danilo, en el partido disputado en Turín / EFE
Y el sexto y último capítulo del maleficio fue hace tres temporadas, en la fase de grupos de la Champions, un partido con muy poco en juego -ambos estaban clasificados- y que terminó con un insulso y aburrido 0-0.
Medio siglo después, Turín por fin ha visto una exhibición con premio del Barça, una victoria para creer en este equipo, joven y con margen de crecimiento. Parece que las cosas empiezan a cambiar para mejor en Can Barça. El maleficio de Turín ya es historia.