El BarçaGate, la trama del Barça que se destapó a principio de año y que confirmaba la contratación por parte del club blaugrana de unos servicios para difamar contrarios a la junta y deportistas, sigue siendo investigado por un delito de corrupción en los negocios. La juez de instrucción 13 de Barcelona, Alejandra Gil, ha prorrogado el secreto de sumario de la investigación por encontrar indicios de delito, según adelanta La Vanguardia.

Aunque el Barça encargó y presentó una auditoría hecha por Price Water HouseCooopers (PWC), en la cual aportaba conclusiones favorables a los intereses en el club, también destacaba que "se fraccionaron fraudulentamente los contratos" para evitar los controles de los club. La juez, prorrogando el secreto de sumario, no descarta que el presidente Josep Maria Bartomeu, el exresponsable del área de presidencia, Jaume Masferrer, y algunos otros directivos, podrían ser citados a declarar en calidad de investigados.

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Bartomeu votando en la Asamblea de Compromisarios / FC Barcelona

Precisamente, la Unidad Central de Blanqueo de Capitales y Delitos Económicos de los Mossos han encontrado indicios de administración desleal en la actuación de la directiva, siempre según la misma información. La principal hipótesis es que algún miembro de la junta habría pagado un sobreprecio de hasta seis veces superior al coste de estos servicios en el mercado, cosa que habría causado un prejuicio al patrimonio del club.