La temporada 2024-2025 ha sido la de la consagración definitiva de Joan Garcia, portero del RCD Espanyol, que ha pasado de promesa a realidad en el fútbol español. Su rendimiento bajo palos ha sido clave para el conjunto perico, despertando el interés de clubes de primer nivel, entre ellos el FC Barcelona, que ve en él una solución de futuro para su portería. Sin embargo, el conjunto culé no está solo en esta carrera: el Real Madrid también se ha posicionado como un contendiente serio para hacerse con sus servicios.
El interés del Barça se entiende en el contexto de incertidumbre que rodea la continuidad de Wojciech Szczęsny, quien llegó como solución temporal y aún no ha decidido si renovará por un año más. Ante este panorama, Hansi Flick busca un segundo portero fiable que pueda disputar minutos si Marc-André ter Stegen sufre algún contratiempo físico. Iñaki Peña no ha convencido, y Joan Garcia, con su madurez precoz, aparece como una alternativa muy atractiva.

El Real Madrid mueve ficha con una estrategia distinta
Según fuentes cercanas a la operación, el Real Madrid habría acelerado contactos con el entorno del jugador e incluso con la dirección deportiva del Espanyol. La intención blanca no sería incorporarlo de inmediato, sino cerrar su fichaje este verano y dejarlo cedido un año más en el Espanyol, donde seguiría acumulando minutos y experiencia como titular indiscutible. El objetivo a medio plazo es claro: convertirlo en el relevo natural de Thibaut Courtois, que, pese a su regreso al máximo nivel tras su grave lesión, ya supera la treintena.
La estrategia del Madrid tiene lógica deportiva y financiera. Amarra a uno de los porteros más prometedores del panorama europeo sin desestabilizar su situación actual, permitiendo que siga creciendo en un entorno conocido. Además, evitaría un conflicto directo con Courtois a corto plazo, preservando el equilibrio interno del vestuario. En cambio, el Barça necesitaría a Joan Garcia ya en la plantilla 2025-2026, lo que podría complicar su fichaje frente a la fórmula más flexible que ofrece el club blanco.
El Espanyol, clave en la operación
Otro elemento importante es la posición del Espanyol. El club, que todavía lucha por asegurar su permanencia en Primera, es consciente de que retener a Joan Garcia será prácticamente imposible si llegan ofertas de los grandes. Su cláusula no es inasumible —se habla de unos 15 millones de euros—, y su voluntad de seguir creciendo profesionalmente podría pesar más que el deseo del club perico de mantenerlo.

Además, el Espanyol vería con mejores ojos la propuesta madridista de dejarlo cedido una temporada, ya que garantizaría continuidad deportiva y competitividad en la portería. Para el Barça, esta condición representa un obstáculo, ya que necesita un recambio inmediato ante cualquier imprevisto con Ter Stegen.
Joan Garcia se ha ganado, por méritos propios, estar en la agenda de los grandes, y todo apunta a que el próximo verano será protagonista de una de las grandes pugnas del mercado español.