El culebrón Lamine Yamal no finaliza. El extremo de Rocafonda volvió lesionado del paroón de selecciones, situación que, lógicamente, molestó a Hansi Flick. El entrenador, visiblemente enfadado en la rueda de prensa previa al partido contra el Valencia, duelo donde el "10" del Barça no estuvo disponible, cargó contra la situación: "Se marchó con dolores a la selección, le dieron analgésicos y jugó 79 y 73 minutos, y entre los partidos no se entrenó", explicó el alemán. La guerra ya estaba servida. Por una parte, el Barça explica que la selección tenía constancia de la lesión de Lamine; en cambio, la RFEF cree que no pusieron en peligro la salud del futbolista y que estaba en condiciones de jugar.

Deco, en la previa al partido contra el Valencia, mostró su apoyo a Hansi Flick: "Estoy de acuerdo con lo que dijo el míster. Hay que mejorar la comunicación entre los clubs y la selección. Los jugadores están sometidos a mucha carga. Lamine es un jugador muy importante. Entre todos tenemos que tener más cuidado", aseguró. Ahora, una nueva información pone en evidencia a la RFEF. Según informa el diario AS, el Barça tiene por escrito que esta sí que conocía las molestias del futbolista y que, incluso, un día no pudo ni salir del hotel. Además, se detalla que se le infiltró para poder jugar contra Turquía.

Luis de la Fuente decidió alinear al futbolista en los dos partidos de clasificación para el Mundial. Primero, contra Bulgaria, disputó un total de 79 minutos, aunque en el minuto 38 el partido ya estaba sentenciado con un 0-3. En el segundo, contra Turquía, después de infiltrarlo, jugó 73 minutos. Una situación que sorprende, ya que la selección ganaba 0-6 y podría haber salido del terreno de juego muchos minutos antes. El club es quien paga a los jugadores y, ante situaciones como esta, normalmente el futbolista ni viaja y, si lo hace, es porque no hay riesgo. En este caso, la comunicación o el protocolo falló porque, al final, los perjudicados han sido el Barça y el mismo jugador.

¿Baja contra el Newcastle?

Ahora, el futbolista está casi descartado para el partido contra el Newcastle, correspondiente a este jueves en el debut del Barça en la Champions League. Los culés se estrenarán en la máxima competición europea en uno de los estadios más complicados de Inglaterra y, si no hay un giro de guion, lo harán sin su estrella. Flick tendrá que buscar una solución: la más probable es situar a Raphinha por la izquierda y a Rashford por la derecha. También puede optar por un mediapunta que parta desde la banda izquierda, como Fermín u Olmo.