El Barça sigue sumergido en un círculo virtuoso del que parece decidido a no salir. Los blaugrana siguen acumulando partidos sin probar la derrota y desprendiendo una sensación de seguridad y fiabilidad que lo hace grande ante los rivales. Este domingo, coincidiendo con la Asamblea General Ordinaria, el Málaga visita el Camp Nou (20:45 horas - beIN LaLiga) con pocas esperanzas de volver a casa con los bolsillos llenos.

Prueba nueva

Tercer partido después del parón internacional. Tercer partido en ocho días. El Barça empieza a coger la velocidad de crucero empujado por un calendario que no permite licencias. De momento, el balance del equipo es impecable desde que perdió la Supercopa contra el Real Madrid. 10 victorias en 11 partidos. El empate contra el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano es el único punto gris del currículum.

Ernesto Valverde tiene otra oportunidad para repartir esfuerzos. La temporada es muy larga y el objetivo es llegar al mes de mayo en disposición de levantar los tres títulos. Eso lo sabe el cuerpo técnico y recurrirá a las rotaciones para intentar ahorrarle minutos al teórico once titular. Unas rotaciones que Valverde ha conseguido introducir sin hacer ruido y con éxito contrastado. Además, sus intervenciones desde la banda se han traducido en puntos.

La principal incógnita es saber si Leo Messi descansará por primera vez en la temporada. El '10' suma 1.530 minutos entre el Barça y la selección argentina. Lo ha jugado todo. Marc-André ter Stegen es el único jugador que le aguanta el ritmo en el Camp Nou. Valverde, que se encomendó a Messi en sus primeros días enl Barça, no está preocupado con su descanso. Y lo ha repetido en numerosas ocasiones, asegurando que no piensa en ello porque todavía no ha llegado el momento.

¿Málaga sin opciones?

El Málaga no parece rival para este Barça. Los andaluces han conseguido sumar cuatro puntos en las últimas tres visitas al Camp Nou, pero ahora la situación es bien distinta. El equipo no levanta cabeza y es el único de Primera División que no ha ganado en ocho jornadas: 1 empate y 7 derrotas. Colista por méritos propios.

La Rosaleda, estadio del Málaga, ya hace días que tiene la mosca detrás de la oreja con el presidente Abdullah Al Thani. La última derrota en casa contra el Leganés (0-2) fue el detonante de una pitada contra el palco, exigiendo soluciones para darle la vuelta a una situación que empieza a ser alarmante.

La plantilla es una de las más limitadas de la Liga, a pesar de ingresar dinero con las ventas de jugadores como Camacho, Sandro Ramírez o Pablo Fornals. Y su entrenador, Míchel González, se encuentra desprotegido intentando subir el Everest con chancletas. Además, el equipo llega a Barcelona con dos bajas importantes. El capitán Recio se queda en casa por sanción y Roberto Jiménez, portero titular, por lesión. La situación no invita al optimismo

Los once de El Nacional