Qué pena está dando el Barça. Quién hubiera dicho que con Ernesto Valverde todo iba mejor. Llama, Josep Maria Bartomeu, llama a quien sea para intentar ganar una Champions más antes de que Messi quiera huir por patas.

La era Quique Setién empezó con ilusión y buenas palabras, pero la paciencia de los culés se acaba rápido. En el tercer partido de atracón de balón y de sufrir, ha llegado la primera derrota. El Barça no es el Sant Andreu. Se cambia de títere en el banquillo, pero no hay ninguna mejora.

Valverde, el mártir de Bartomeu

Parece que la estrategia de Bartomeu de convertir a Valverde en el mártir de los malos resultados y del anti ADN para así alejar a las críticas de su figura no ha servido para nada. El relevo en el banquillo, de momento, no ha resuelto el juego del equipo y encima el Barça ya se ve afectado por los malos resultados.

Ernesto Valverde y Bartomeu Sergi Alcàzar

Sergi Alcàzar

La lesión de Luis Suárez y la soledad de Messi sobre el césped está mostrando las vergüenzas de un Barça viejo y que ya no quiere ni puede correr detrás de la pelota como lo hacía antes. Y Bartomeu ya no tiene escudo. Sin la carta del entrenador culpable, si las cosas no van bien, ya es culpa suya.

El as del delantero

El problema principal es al ataque. Han echado al joven Carles Pérez y Bartomeu mira hacia otro lado. "La Masia no se toca...", decía hace unos años. Y ahora el presidente blaugrana tiene un nuevo as guardado en la manga. Para volver a hacer malabares y arreglar la falta de gol y de fútbol, la solución es ilusionar a los culés con otro truco de magia: fichar a un delantero.

Desmemoriados y con ganas de demostrar ínfulas de poder dentro de un club mandado por un argentino, veremos si Bartomeu sólo tiene un farol o va de verdad con el delantero. Ya no vale el Boateng de la vida que el año pasado ya avergonzó a todos los culés. Nombres como Fernando Llorente o Rodrigo Moreno no acaban de animar; otros como Ben Yedder, Aubameyang o Timo Werner no los conoce ni el tribunero de gorra y puro; y el único que podría ilusionar es Lautaro Martínez, que ya marcó en el Camp Nou este pasado octubre en partido de Champions.

Lautaro Martínez EuropaPress

EuropaPress

Si Bartomeu realmente quiere espantar las críticas y volver a despistar a los culés, le tocará apoquinar 110 millones de euros y entregarlos al Inter de Milán a cambio de Lautaro. Quedan cinco días para que cierre el mercado de invierno.

Es la última oportunidad de Bartomeu para salvar su cabeza. Si no, veremos la evolución del primer equipo de fútbol —que es lo que realmente interesa—, si se gana algún título, y si el mandato de la actual junta directiva resiste hasta junio del 2021 o se tienen que convocar elecciones anticipadas. Los lobos ya calientan en la banda.